El miércoles 18 de mayo Rusia anunció la expulsión de 34 diplomáticos franceses en respuesta a la idéntica medida adoptada por París en abril contra 41 diplomáticos rusos destacados en esa nación.
El embajador francés en Moscú, Pierre Lévy, fue convocado este miércoles en el Ministerio ruso de Exteriores para comunicarle que 34 de sus diplomáticos pasaban a ser declarados «persona non grata» y que debían abandonar el país en el plazo de dos semanas.
Inmediatamente Francia condenó «firmemente» la expulsión y negó las justificaciones dadas por Moscú de que actuaban al margen de la Convención de Viena, lo que según París, no tiene «ningún fundamento legítimo».
Por el contrario, sí considera que los diplomáticos rusos que expulsó, estaban actuando contra los «intereses» y la «seguridad» de Francia, amparándose en el referido estatuto.
Esta es la primera expulsión de diplomáticos franceses en Rusia desde el comienzo del conflicto con Ucrania, el 24 de febrero.
Francia se había caracterizado hasta el inicio del conflicto por una posición relativamente conciliadora con Moscú, si se compara con otros países del este de Europa o con Estados Unidos.