El jardinero venezolano Jackson Chourio ahora no tiene hits en sus últimos 18 turnos tras irse en blanco el domingo, pero aún así encontró la manera de jugar un papel protagónico en la victoria de los Cerveceros con algo que dijo que nunca había hecho en ningún nivel del béisbol.
Chourio dio un saltó en la pared entre el jardín izquierdo y el central y se robó lo que habría sido el jonrón del empate en el octavo inning de la victoria de los Cerveceros por 5-2 sobre los Mellizos en el American Family Field. La atrapada salvó el juego para Milwaukee y ayudó a terminar con una racha Minnesota, que vio finalizar su racha ganadora de 13 juegos.
“Lo vi siguiendo la bola en el hueco, y, hombre, esas habrían sido carreras realmente importantes para ellos”, dijo el relevista de los Cerveceros, Nick Mears, quien observó la jugada desde el montículo. “A veces es mejor tener suerte que ser bueno, y tengo suerte de tener a Chourio allá afuera”.
En el bullpen, el relevista de los Cerveceros Trevor Megill vio la jugada desarrollarse desde el otro lado de la pared del outfield.
“Amigo, me di la vuelta en el último segundo y simplemente vi un guante asomándose por encima de la pared con una bola adentro”, contó Megill. “Me volví loco. Eso fue increíble”.
También era muy necesario para los Cerveceros, que venían de cuatro derrotas por blanqueada en los últimos cinco juegos. El abridor de Milwaukee, el dominicano Freddy Peralta, dijo que estuvo despierto la mayor parte de la noche del sábado al domingo pensando en la importancia de ganar el partido final de la serie. Megill dijo que en una escala del 1 al 10, el indicador de “necesidad de ganar” estaba en 11.
Para los Cerveceros, el primer obstáculo fue anotar algunas carreras. Nunca antes habían sido blanqueados cuatro veces en un lapso de cinco juegos antes de la semana pasada, por lo que los fanáticos ofrecieron una ovación de pie cuando el sencillo de Sal Frelick en el segundo inning produjo la primera rayita de Milwaukee en 20 entradas, y hubo más aplausos en el tercero cuando un rally con dos outs llevó tres carreras más al plato para poner la pizarra 4-0.
Pero la ventaja se había reducido a 4-2 para el octavo cuando Royce Lewis, con un corredor en base y un jonrón ya en su cuento el domingo, bateó un largo elevado. Chourio se movió y calculó su salto justo a tiempo para agarrar la pelota y conseguir un out en lo que terminó siendo un inning sin anotaciones para Minnesota.
Fue un momento muy necesario para Chourio, quien tuvo problemas en el jardín central en la última gira de los Cerveceros y solo está jugando allí porque Garrett Mitchell y Blake Perkins están en la lista de lesionados.
“Estoy muy feliz. Esa fue la primera vez que robé un jonrón”, confesó Chourio. “Simplemente poder mostrar la capacidad de hacer eso, estoy feliz por eso”.
Chourio jugó bastante en el jardín central en las Ligas Menores, pero defendió las esquinas para los Cerveceros la temporada pasada, cuando un repunte en la segunda mitad lo llevó a terminar en el tercer lugar en la votación para el Novato del Año de la Liga Nacional.
Este año, lo han necesitado en el center field, y no ha sido una transición completamente fluida. En la más reciente gira, Chourio fildeó mal un batazo en Tampa para cometer su primer error en las Grandes Ligas y permitir una carrera sucia en una derrota por una carrera. Luego fildeó mal dos pelotas en Cleveland, incluida una atrapada fallida que se anotó como un doble de tres carreras.
El domingo, Chourio no falló.
“Les mostró a todos que los errores que suceden en el pasado son errores, y como jugador debes trabajar y mejorar, y luego puedes hacer algo grande en los próximos días”, dijo Peralta. “Hoy salvó el partido”.
“Estoy muy feliz por él. Tan pronto como lo vi, dije: ‘Este eres tú. Esto es lo que tienes que hacer. Confía en ti mismo y todo va a estar bien’”.
¿Cómo separa Chourio la ofensiva y la defensa?
“Como siempre he dicho, salgo a ganar”, resumió Chourio. “Cuando voy a batear, solo busco hacer buen contacto. Luego, cuando voy a defender, busco hacer cualquier jugada que se me pida”.
Incluso Lewis quedó impresionado, aunque a regañadientes. Se quitó el casco y lo levantó en el aire, tratando de llamar la atención de Chourio.
“No me miró, hombre. Estoy enojado con él, lo sostuve como por un minuto. Caminé por todo el terreno”, bromeó Lewis. “Es una gran jugada. Tienes que respetar el buen béisbol”.
LA/MLB
Foto: MLB