Los templos están vacíos, pero la fe ha reverdecido en tiempos de pandemia, celebra el padre Badlogio Durán, párroco de la Iglesia Inmaculada Concepción de El Tocuyo, histórica ciudad del estado Lara, en el Centroccidente de Venezuela.
La Iglesia también adoptó medidas por la emergencia del COVID-19 y las comunidades religiosas tuvieron que valerse de la tecnología para vivir su fe, incluso en momentos tan importantes para los fieles como la Semana Santa, explica el religioso.
Pero las trasmisiones de misas online no son menos poderosas que las presenciales, dice. “El creyente ha buscado un espacio para la oración desde casa, aunque no haya una confesión, ni la comunión, ni el saludo de la paz”.
Los estudios bíblicos y las tareas administrativas se realizan en reuniones virtuales. Los grupos pastorales hacen actividades caritativas muy puntuales y con medidas extremas de higiene.
Pero la fe ha hecho más llevadero el tiempo en cuarentena afirma el Padre Badoglio, quien ha usado sus redes sociales como un canal de transmisión de la Palabra del Señor que, como ya es costumbre, acompaña con cántico.
El lado positivo es que el mensaje no solo llega a quienes están sentados en un banco en el templo, sino que llega a miles de personas e incluso traspasa fronteras.
«El Covid 19 ha deteriorado, la sociedad, la economía, el turismo, el comercio y muchas cosas, pero no dejemos que golpee nuestra fe», pide el Padre.
Al retomar nuestra vida, quizás la Iglesia deba continuar con medidas de prevención, quizás pasará un tiempo para que vuelvan los abrazos o se comparta comida, pero «volverá a ser una Iglesia viva, pronto volveremos a escuchar las campanas llamándonos a misa».
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Angélica Romero
ENTREVISTADO: @padrebadoglio en IG
Foto: Vía BBC /Milenio