En un país donde el silencio y el dolor son características que signan la vida cotidiana hay ciudadanos valientes que no desmayan en sus luchas por rescatar derechos que el oprobio ha condenado a ser letra muerta. Entre esos valientes están los líderes sindicales. Quienes sin desmayo y sin pausa levantan su voz de reclamo ante el poder para que los venezolanos puedan vivir de su trabajo, de acuerdo a lo consagrado en la Constitución, leyes y contratos.
Estos dirigentes sindicales están perseguidos, amenazados, encarcelados y en peligro de muerte, Ante esas vicisitudes el Movimiento DECODE por boca de su coordinador de asuntos sindicales, doctor Oswaldo José González, hace público su apoyo a todos los actores del mundo laboral.
LIBERTAD SINDICAL
El Gobierno Socialista del Siglo XXI, tiene más de veinte años despreciando y cercenando con burla y maldad los preceptos legales y constitucionales que definen y orientan la formalidad e institucionalidad Gremial y Sindical. El ensañamiento contra los medios de producción, derechos y conquistas laborales, fundamentalmente la Libertad Sindical, son parte del plan instaurado por el gobierno para desmovilizar sin considerar el daño social y económico a una trayectoria de trabajadores y dirigentes sindicales que desde 1936, demostraron con sus luchas, aportes a la democracia y al desarrollo del país, consolidando la Libertad Sindical con presencia en el periodo 1958-1999.
Subsiguientemente, el Gobierno Socialista con característica militarista liderado por el ex Presidente Chávez, cuyo empeño inicial era tener su propia central obrera que fue derrotada por el sindicalismo democrático; no obstante, comienza a cercenar la Libertad Sindical, continuando su sucesor, el Presidente obrero, quien actualmente se consolida en conculcar derechos y normas nacionales e internacionales protectoras de Convenciones Colectivas, Actas Convenio, salarios, pensiones, jubilaciones y toda protección de carácter social; a la par, arremete contra la dirigencia sindical desconociendo su fuero y Libertad Sindical creando condiciones anti jurídicas violatorias a la Constitución, utilizando organismos de seguridad, fiscales y jueces a instruir causas amañadas para procesar penalmente a la dirigencia sindical que lucha por justas reivindicaciones, convenciones colectivas y derechos progresivos, así como, realizar denuncias de actos de corrupción en las distintas instituciones y empresas del estado.
El escenario sindical asediado por el gobierno, por la corrupción denunciada públicamente, en las Empresas de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) criminaliza la protesta y utiliza la fuerza pública para detener a dirigentes sindicales.
Ante esta situación, la Coordinación Sindical y Gremial del Movimiento de la Defensa de la Constitución y la Democracia (DECODE) nos unimos al llamado de solidaridad de los trabajadores e instituciones sindicales y gremiales que repudian las detenciones y cuestionan criminalizar la protesta. Asimismo, el llamado institucional a la dirigencia sindical y gremial del estado a defender los derechos y conquistas y participar como parte de la sociedad civil en la defensa de los derechos humanos y sindicales.
EL INCANSABLE SOPLO SOBRE LA FRAGUA
Pasan los días uno tras otro, en fila india las angustias de todo un pueblo toman turno en las esperas interminables de la esperanza, ,todos seguimos pendientes del timbre que de inicio a la partida para lograr asiento en las tribunas donde la libertad nos cantara el himno de triunfo sobre la maldad. Todos estamos asidos de la mano en famélica ilusión de victoria, todos agotados pero de pie y soplando sobre la fragua donde el espíritu templa su voluntad de persistir sobre el pesimismo, Desde esta trinchera activa de augurios estoicos, soplamos sobre el fuego de la libertad y nos solidarizamos de manera absoluta y entusiasmada con los líderes sindicales que con su pecho y su palabra sin paladines de esta indeclinable lucha democrática que nos inspira y nos sostiene. Adelante líderes sindicales de Venezuela, sigan adelante, con el aplauso de nuestros corazones.
Jorge Euclídes Ramírez
Foto: Cortesía