El presidente del Gobierno español en funciones, el socialista Pedro Sánchez, aceptó este jueves la formación de un Ejecutivo de coalición con el izquierdista Unidas Podemos (UP), pero vetó expresamente la entrada del líder de esta formación, Pablo Iglesias.
Sánchez, en una entrevista televisiva, mostró sus cartas con más claridad que en el pasado, al señalar por primera vez en público que ofrecía “un Gobierno de coalición” a UP, pero rechazando que Iglesias pueda formar parte de él.
Casi tres meses después de las elecciones del 26 de abril, se trata de la primera vez que el líder socialista español admite en público que discute una coalición en UP, algo que anteriormente había rechazado.
Y también es la primera vez que apunta a la hipotética presencia de Iglesias en el Ejecutivo como “el principal escollo” para que el Partido Socialista (PSOE) y UP alcancen un acuerdo para que Sánchez pueda ser investido la próxima semana como presidente del Gobierno por el Congreso de los Diputados, reseñó Unión Radio.
El proceso comenzará el lunes 22, con el discurso de Sánchez, y la primera votación tendrá lugar un día después. Si el candidato no obtiene mayoría absoluta, habrá una segunda votación el jueves 25 en la que le bastaría tener una mayoría simple.
El PSOE ganó las elecciones de abril con 123 diputados, pero lejos de la mayoría absoluta (176), por lo que necesita el apoyo de UP (42 legisladores) y de otros partidos menores para refrendar a Sánchez.
En lo que pareció un velado ultimátum, Sánchez advirtió hoy claramente a Iglesias y a Unidas Podemos que si la próxima semana no tiene su apoyo “no habrá ninguna oferta” más, y que cualquier formulación posterior “no pasará ya más por una coalición”.
El líder socialista explicó su veto a Iglesias por las “diferencias sustanciales” entre ambos, sobre todo en cuestiones clave, como el independentismo en la región de Cataluña.
Por ello, Sánchez insistió en que necesita un Gobierno “cohesionado”, pero que con la presencia de Iglesias “no funcionaría” y “estaría paralizado por las propias contradicciones internas”.