El papa Francisco aseguró que es necesario ayudar, en particular a los jóvenes, a «desarrollar un sentido crítico, aprendiendo a distinguir lo verdadero de lo falso, lo correcto de lo incorrecto, el bien del mal » dada la magnitud de la desinformación existente en la sociedad.
«La revolución de los medios digitales de las últimas décadas ha demostrado ser un poderoso medio para fomentar el diálogo dentro de nuestra familia humana. De hecho, durante los meses de confinamiento por la pandemia, vimos claramente cómo los medios digitales podían unirnos, no sólo difundiendo información esencial, sino también salvando de la soledad y el aislamiento», aseguró.
Ante esto no dudo en señalar que «al mismo tiempo, el uso de los medios digitales, especialmente los medios sociales, ha planteado una serie de cuestiones éticas serias que exigen un juicio sabio y perspicaz por parte de los comunicadores y todos los que se preocupan por la autenticidad y la calidad de las relaciones humanas».
«A veces y en algunos lugares, los sitios de los medios de comunicación se han convertido en lugares de toxicidad, discurso de odio y noticias falsas», explicó el pontífice, que destacó el «importante papel » de los comunicadores católicos.
En este contexto, el papa les animó a «perseverar en estos esfuerzos, prestando especial atención a la necesidad de ayudar a las personas, especialmente a los jóvenes, a desarrollar un sólido sentido crítico, aprendiendo a distinguir la verdad de la falsedad, lo correcto de lo incorrecto, el bien del mal, y apreciar la importancia de trabajar por la justicia, la concordia social y el respeto a nuestra casa común».
El pontífice también instó a no olvidar a las comunidades «que siguen excluidas del espacio digital, haciendo de la inclusión digital una prioridad de su planificación organizativa».