Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, aseguró en una entrevista con EFE que la oposición no permitirá que el chavismo usurpe el Parlamento tras las elecciones parlamentarias pautadas para diciembre.
—¿Habrá elecciones legislativas el próximo 6 de diciembre?
– Lo que está planteado por parte de la dictadura es simplemente usurpar, un fraude, es, nuevamente, como hicieron en 2018, querer burlarse de los venezolanos y también de la comunidad internacional. Pero no tienen capacidad en este momento de atender la pandemia. Pongo en duda su capacidad operativa, incluso, para cometer un fraude».
Pueden tratar de imponer el fraude, pero no va a ser distinto el resultado a lo que ya sucedió en 2017 y 2018 (con las elecciones presidenciales), que fue desconocido, que no tuvo participación por parte de la ciudadanía. Y hoy, 28 partidos de la alternativa democrática de Venezuela lo rechazaron.
Aquí hay que hacer una salvedad: hoy está en duda la capacidad operativa de la dictadura.
Guaidó destacó que la «lucha, en definitiva, es reunir condiciones mínimas para que un proceso electoral sea una oportunidad de transición y cambio en Venezuela, y acotó que, para ello, es necesario reinventarse.
Las condiciones son: el derecho a elegir y ser elegido. «A través de la inhabilitación, cárcel política, exiliados, no puede ser la dictadura la que determine quienes son los candidatos a una elección. Hay casi un millón y medio de refugiados venezolanos exiliados en el exterior que deberían poder ejercer su derecho al voto.
Lo segundo es que los partidos estén en manos de sus dirigente legítimos. El tercero es el cronograma electoral presidencial y parlamentario. El cuarto elemento es el árbitro, que el Consejo Nacional Electoral en Venezuela sea designado, como dice la Constitución, por el Parlamento, y el quinto elemento es la observación electoral.
Son elementos básicos, elementales. Si hay elección, en Venezuela en cinco días, yo no podría ser candidato a nada porque tengo inhabilitación, persecución, al igual que los principales líderes de cada partido. Eso es fundamental para nosotros.
—¿Qué supone para el régimen de Maduro el apoyo internacional a la no participación en las elecciones legislativas por parte de la oposición?
—La derrota de esa trampa. (…) Lo primero que representa ese anuncio internacional es la derrota política del fraude que pretende perpetrar Maduro.
Por nuestra parte, representa el apoyo a la causa democrática venezolana y el aumento de presión internacional e interno para favorecer las cinco condiciones.
Hay una cuestión fundamental que es el acceso a financiamiento y recursos para atender la emergencia. No hay manera de que el régimen pueda acceder a préstamos porque no tiene confianza. No es solamente un tema geopolítico, sino de indicadores financieros. Nadie le prestaría a un vecino endeudado y señalado por narcotráfico, por terrorismo y por acabar con un país entero. Incluso el entorno del dictador tendrá que entender que no hay forma de que, mientras ellos estén de esa manera, podamos salvar, atender al emergencia y recuperar a Venezuela.
—¿No cree que si se presentasen a las elecciones podría pasar lo que ha ocurrido en Bielorrusia y recuperar de nuevo la calle?
—En Venezuela hemos tomado la calle muchas veces. Hay 400 asesinados en la calle ejerciendo nuestro derecho a la protesta. Yo mismo tengo todavía proyectiles alojados en mi cuerpo de haber ejercido la protesta en 2017, en 2018 y mucho antes.
Ese escenario, lo que tenemos que hacer es retomarlo, hemos estado ahí una y otra vez, hemos utilizado el escenario de movilización a través de elecciones, como hicimos en 2015 cuando ganamos el Parlamento, pero fuimos un paso más allá.
No solamente expresamos la mayoría, sino que logramos arrebatarle a la dictadura el Parlamento. Por años de experiencia, en defensa del voto, en construcción de mayoría, en visibilizar el fraude lo logramos ese 2015. ¿Qué hizo la dictadura? Destruyó el Parlamento, 96 sentencias en contra el Parlamento, 46 parlamentarios presos y exiliados, inmunidades allanadas o violadas, así que el reto es ejercer la mayoría, como lo están haciendo en este momento en Bielorrusia. Tenemos que reinventarnos, pero el esquema es el mismo, es la manifestación, las protestas, la huelga, la consulta.
—Su mandato al frente de la Asamblea Nacional termina el 5 de enero. ¿Quién tomará el control?
Hay una disposición de continuidad, que es una de las opciones que tenemos, pero también tenemos la posibilidad de la consulta, de redefinir una transición, que fue la que aprobamos en 2019, que da sustento jurídico y legal al mandato interino.
Lo que puedo decir es que no va a haber vacío de poder. La dictadura va a tratar de usurpar el poder del Estado. Ya lo hicieron con el Ejecutivo, con el Judicial, con el electoral (…) No vamos a permitir que se usurpe el Parlamento, y va a ser una lucha institucional, constitucional, pero principalmente en el ejercicio de la mayoría.
—¿Qué estrategia política plantea de aquí a final de año?
—Primero, fijar posición política y no participar en un fraude. El siguiente paso va a ser la convocatoria a un gran pacto unitario de cara a presentar la ruta de acción del país. Nuestras opciones no son sencillas, en un país colapsado, con la tasa de mortalidad más alta del mundo por covid-19 en el sector salud, con 26%. Un cuarto de los muertos en Venezuela son del sector salud porque no tienen ni siquiera guantes, no hay agua en los hospitales, nuestras opciones son complejas, pero hay que construir mayorías.
Por eso, estamos convocando a ese pacto nacional, también con sectores de la sociedad, para evaluar todas las alternativas. También habrá designaciones que tienen que ver con esto, que deriva de las conversaciones de Noruega (mesa de diálogo). Se plantea el sistema de levantamiento de sanciones de cara a una transición, con un gobierno de emergencia nacional.
—¿Qué tan factible a medio plazo es ese gobierno de emergencia nacional?
—En la medida que presionemos, va a ser factible. Estamos dependiendo de las variables que podemos controlar, la unión de los factores, la posibilidad de movilización, incluso estando en pandemia, una propuesta de cara al futuro en el país, garantías para la transición.
—¿Qué beneficio directo reporta que un tribunal británico haya prohibido al gobierno de Maduro manejar el oro depositado en el Banco de Londres? Ustedes tampoco pueden retirar el depósito
—La idea es proteger los fondos de Venezuela. Además, que esos fondos no sean utilizados para la corrupción ni para financiar terrorismo ni control social, como ocurre con el reparto de alimentos subsidiados.
—Ustedes han tenido acceso a algunas cuentas en el exterior bloqueadas para el régimen de Maduro, ¿cómo se va publicar y justificar?
—Es un dinero que está protegido del régimen de Maduro y logramos a través del Parlamento la liberación de un fondo, y hay una comisión de finanzas ad hoc y una contraloría ad hoc y se ha hecho una gestión a nivel administrativo para que no pasara por las manos de la dictadura ni de ningún banco nacional. Se hará llegar a los beneficiarios a través de un sistema electrónico protegido y el gobierno encargado tampoco va a tocar ese dinero, sino que irá directamente al personal de salud.