Cientos de niños son prostituidos en Afganistán por personas poderosas. Los pequeños son utilizados como entretenimiento y para mostrar estatus social.
A pesar de estar prohibida desde 2017 en Afganistán, la práctica pedófila de los “bacha bazi” sigue en aumento.
Esta es una ‘tradición’ afgana en la que niños esclavizados son obligados a bailar o a mantener relaciones sexuales con hombres poderosos o comandantes militares.
Durante este último año el tráfico de personas, sobre todo de niños, en Afganistán ha ido en aumento.
Esto está explícitamente prohibido en la ley actualizada contra la trata y el contrabando publicada en enero de 2017.
Los insurgentes talibanes, que acaban de tomar el poder, se han servido del bacha bazi para infiltrar a chicos entre las fuerzas de seguridad afganas y así dirigir ataques, durante años.
El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) expresó el martes 17 de agosto su preocupación por la situación en Afganistán, sobre todo por los crímenes y ejecuciones a modo de represalia que podrían constituir violaciones del derecho internacional humanitario.
“Sigo de cerca los acontecimientos en Afganistán y me preocupan especialmente las recientes informaciones sobre un aumento de la violencia”, declaró en un comunicado Karim Khan.
Pero las informaciones del fiscal también “incluyen denuncias de ejecuciones extrajudiciales en represalia contra detenidos e individuos que se habrían entregado; de persecuciones contra las mujeres y las jóvenes; de crímenes perpetrados contra niños y otros crímenes contra la población civil en su conjunto”, agregó.
Aunque la ley afgana prohíbe esta conducta, cientos de niños siguen siendo vendidos y vestidos como mujeres para el entretenimiento y explotación sexual.
Este es uno de los motivos por los cuales la pederastia aumentó considerablemente durante los últimos años en el país.
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Douleydis Romero
Foto: @apnews