Un profesor de la Universidad de Barcelona, John Stone, ha localizado en Salamanca, lo que podría ser, el primer ejemplar de una obra de William Shakespeare llegado a España.
Según ha informado este jueves Universidad, el hallazgo se produjo mientras Stone trabajaba en una investigación en los fondos sobre filosofía y economía del siglo XVIII del Real Colegio de los Escoceses de Salamanca.
Stone, profesor de la Facultad de Filología y Comunicación de la UB, halló entre los libros antiguos una impresión de 1634 de la tragicomedia The two noble kinsmen (Los dos nobles caballeros), escrita a cuatro manos con John Fletcher y considerada la última obra de Shakespeare.
La obra estaba incluida en un volumen integrado por varias piezas de teatro inglés, imprimidas en su mayoría entre 1630 y 1635.
«Lo más probable es que llegaran, o bien como parte de la biblioteca personal de algún alumno, o bien a petición del primer rector del Real Colegio de los Escoceses, Hugh Semple, amigo de Lope de Vega y que tenía más obras de teatro en su biblioteca particular», ha explicado Stone.
Según publica el propio investigador en un artículo en Notes and Queries, la hipótesis más plausible es que las obras fueran adquiridas alrededor del 1635 por algún viajero inglés o escocés que, antes de dejar su país, quisiera llevarse algunos textos teatrales publicados en aquella época en las Islas Británicas.
Las colecciones de libros ingleses eran escasas en la España de los siglos XVII y XVIII, y concretamente las de teatro inglés eran excepcionales.
El único ejemplar que podría disputarle al hallazgo de Stone el ser la primera obra de Shakespeare en España es un volumen localizado en el Real Colegio de San Albano, en Valladolid, y que actualmente se conserva en la Folger Shakespeare Library de Washington, aunque como advierte Stone varios estudiosos datan la llegada a España del ejemplar de Valladolid entre 1641 y 1651.
De este modo, si la obra encontrada por Stone llegó antes de 1640, sería efectivamente el primer impreso de Shakespeare que habría circulado en España.
Foto: vía El Confidencial