El líder del Hezbollah libanés declaró por primera vez el lunes que su grupo insurgente poderoso cuenta con 100.000 combatientes entrenados.
Hassan Nasrallah reveló el tamaño del brazo del grupo chií en su primer discurso desde que siete personas murieron en tiroteos en las calles de Beirut el jueves.
La confrontación surgió a raíz de una investigación larga sobre la explosión fuerte del año pasado en el puerto de la ciudad.
En su discurso, Nasrallah también acusó al jefe de un partido cristiano de la derecha de querer desencadenar una guerra civil en el pequeño país.
En concreto, acusó a Samir Geagea, líder de las Fuerzas Libanesas, de “fabricar” los enfrentamientos del jueves en la zona de Tayuneh y lo describió como un criminal y un asesino.
“El verdadero proyecto de las Fuerzas Libanesas es provocar la guerra civil”, dijo Nasrallah. “La mayor amenaza para la paz social en Líbano son las Fuerzas Libanesas”.
Dirigiéndose a Geagea, Nasrallah dijo: “No calcules mal. Sé sabio y educado y aprende una lección de todas tus guerras y de todas nuestras guerras”.