Este martes 18 de noviembre, se están cumpliendo 104 años del nacimiento de quien, según muchos entendidos, ha sido el más grande ídolo popular latinoamericano de todos los tiempos –al menos hasta ahora-, nada menos que Pedro Infante.
Nacido el 18 de noviembre de 1.917 en el puerto de Mazatlán, México, Infante tuvo, en principio, una vida bastante limitada, aun cuando su padre era dueño de una tienda y de una carpintería, aparte de que tocaba el bajo en la banda municipal del lugar.
Pero la familia la integraban, aparte de los padres, por supuesto, la friolera de 14 hijos, entre varones y hembras, de los cuales Pedro era el tercero.
Desde muy joven, nuestro artista, a pesar de que aprendió con su padre el oficio de carpintero, siempre estuvo inclinado al canto, y, habiéndose casado muy joven –apenas 19 años-, su primera esposa lo convenció para que se trasladaran a Ciudad de México, en busca de mejores oportunidades para su aspiración como vocalista.
A la capital mexicana, la todavía joven pareja arribó a finales del año 1938, y, allí, Pedro laboró como cantante de varias agrupaciones musicales, habiendo logrado presentaciones en diferentes establecimientos nocturnos, lo que le fue haciendo conocido allí, en el mundillo del espectáculo.
Así, tras haber participado como extra en varias películas del todavía naciente cine mexicano, le llegó su gran oportunidad con un papel secundario en “La Feria de las Flores”, película protagonizada nada menos que por la estrella del momento, Tito Guízar.
De allí en adelante, su talento natural como actor, unido a su excelente, varonil y bien timbrada voz, le fue abriendo el camino hasta convertirse, ya para mediados de 1.945, en una estrella con nombre propio.
Una estrella que, por cierto, brilló cada vez más, e incluso, al momento de su trágico fallecimiento en el accidente aéreo del 15 de abril de 1957, era prácticamente la estrella más fulgurante de México, y cuidado si no tal vez de toda América Latina.
Es decir, Pedro Infante murió cuando se hallaba en el cenit de su carrera artística.
Su desaparición física fue llorada por decenas de millones de hombres y de mujeres en todo el mundo hispano parlante.
Pedro participó en cerca de 70 películas y grabó alrededor de 314 temas musicales, la mayoría de ellos de corte ranchero, pero también lanzó al mercado algunas baladas y boleros tradicionales.
Infante fue un tremendo actor natural, al extremo de que su último filme, “Tizoc”, le acarreó que le confirieran el Oso de Plata del Festival de Cine de Berlín, como mejor actor, el máximo galardón de ese evento, después de su fallecimiento, en el mismo año 1.957.
Su muerte se produjo el 15 de abril de 1957, antes de las 8:00 de la mañana, cuando un pequeño avión de su propiedad, que él mismo piloteaba, se estrelló cuando apenas se elevaba desde el aeropuerto de Mérida, en la misma república mexicana, para un frustrado viaje hacia Ciudad de México.
Reinaldo Gómez