El Gobierno de Colombia lamentó que los diálogos de paz con el líder de Segunda Marquetalia, Luciano Marín Arango, alias ‘Iván Márquez’, no fluyan como lo esperado y le reprochó que no haya dado aún señales de vida.
«Podríamos decir que el avance de una mesa de diálogos depende de la certeza de la existencia real del interlocutor, pero en el caso de ‘Iván Márquez’ parecería que estuviéramos tratando de entablar diálogos con un fantasma», dijo Armando Novoa, jefe negociador del Ejecutivo.
Hace un mes, se volvió a cuestionar que ‘Márquez’ estuviera vivo tras pasar por quirófano para tratarse de unas heridas sufridas en un atentado. Desde entonces, se ha comunicado por carta, la última vez este fin de semana para desautorizar al jefe negociador de la guerrilla José Vicente Lesmes, alias ‘Walter Mendoza’.
«Un diálogo de paz no puede avanzar a través de medios puramente epistolares», dijo Novoa, en declaraciones a Blu Radio. «Estamos interesados y comprometidos en ir a hablar con ‘Iván Márquez’, en donde nos diga, en el momento que quiera, pero tiene que haber una respuesta pronta y eficaz», señaló.
En ese sentido, Novoa remarcó que la situación de aquellas comunidades en las que existe la presencia de este tipo de grupos armados sigue siendo «muy grave» y por tanto se requiere de mayor celeridad en las negociaciones.
«Necesitamos una señal de supervivencia para poder reiniciar un diálogo útil que nos permita encontrar un acuerdo de paz antes de que termine el presente Gobierno», demandó Novoa.
En lo que atañe a la aparente división dentro de la guerrilla, insistió en que «la característica principal» de estas negociaciones es que «la paz tiene que concretarse en los territorios» y por tanto esperarán la decisión de la guerrilla para actuar en consecuencia.
‘Márquez’ habría desautorizado a través de una carta el papel de ‘Mendoza’ en el proceso, así como a dos de las estructuras que conforman la disidencia de Segunda Marquetalia, según reveló el Gobierno durante una reunión mantenida este fin de semana en la localidad de Puerto Asis, Putumayo.
La propia delegación de la disidencia cuestionó la autoría de la misiva –en posesión del Gobierno y los países observadores del proceso—y solicitó a Bogotá que verifique su veracidad y exija a ‘Iván Marquez’ una prueba de vida. S
Con información de Europa Press