Entre lágrimas y flores de centenares de personas fueron recibidos este domingo los ataúdes repatriados a Kiev, de los once connacionales muertos en el avión civil derribado por error en Irán.
El presidente Volodiymir Zelenski, el primer ministro Oleksi Goncharuk y otros dignatarios, asistieron a una ceremonia solemne en el aeropuerto Boryspil de la capital ucraniana, precisó AFP.
Los ataúdes, envueltos en banderas ucranianas, azules y amarillas, fueron transportados a la pista por guardias de honor que también enarbolaron las banderas de otros países de origen de las víctimas.
Los féretros permanecerán varias horas en una terminal del aeropuerto para recibir homenajes. El funeral está programado para el lunes 20 de enero.
El presidente ucraniano no pronunció ningún discurso, pero la presidencia expresó en un comunicado sus «sinceras condolencias a las familias y a los familiares de las víctimas».
«Nuestras profundas condolencias a los seres queridos y memoria eterna a las víctimas», declaró en Facebook Oleksi Danilov, secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania. «Nuestro trabajo continuará hasta que se aclaren plenamente las circunstancias de la tragedia y se castigue a los culpables», añadió.
Por su parte, el ministro de Realaciones Exteriores, Vadim Pristaiko, expresó en Twitter su «profunda gratitud por los mensajes de condolencia y solidaridad recibidos de todo el mundo».
El Boeing 737 de la UIA se estrelló poco después del despegue desde Teherán en dirección a Kiev, el 8 de enero, causando la muerte de todos los pasajeros y la tripulación, es decir un total de 176 personas, en su mayoría iraníes y canadienses.
Tras tres días de negación, las fuerzas armadas iraníes admitieron que habían derribado el avión por «error».
El presidente iraní, Hasan Rohani, pidió disculpas a su homólogo ucraniano y prometió castigar a los culpables.