En qué quedamos. ¿Somos o no un país petrolero?. A estas alturas tenemos que hacernos esa pregunta. El Gobierno nos presenta a Venezuela en la era post petrolera. No depender del ingreso petrolero. Será que más que depender del ingreso por exportaciones petroleras, será mejor preguntarse cómo se ha administrado Pdvsa en los últimos 15 años?
La industria petrolera nacional ha disminuido, sensiblemente, tanto la producción como la productividad, eficiencia y trasparencia, en los últimos años.
La producción ha caído en más de 1.800.000 barriles diarios, hasta producir menos de 1.000.000 de barriles diarios. Por ende, los ingresos han disminuido en la misma proporción de esa reducción de producción.
Se aspira llevar nuestra producción de petróleo a niveles “ históricos”. Esa aspiración es imposible realizarla con las condiciones actuales de contratacion. Tanto los socios B en las empresas mixtas como los nuevos inversionistas internacionales y nacionales, requieren de condiciones básicas que permitan tener la confianza necesaria para arriesgar dinero en Venezuela.
Las actuaciones y las obligaciones asumidas por Pdvsa, han sido nefastas con los inversionistas y empresas B de las mixtas. Los incumplimientos reiterados de Pdvsa han impedido avanzar con los potenciales inversionistas.
Para lograr una estabilización de la producción, hay que establecer unas condiciones y términos entre Pdvsa y los inversionistas, dentro del marco legal existente que permitan asumir el riesgo país.
Algunos de los socios B de las empresas mixtas, podrían ser los mejores inversionistas, otorgando áreas no explotadas, en condiciones muy favorable para la Nación. Hay inversionistas nacionales interesados en explotar, como contratistas, áreas maduras y abandonadas por Pdvsa, sin valor comercial por los costos de producción.
El Gobierno se está trazando una meta de crecer en 1.000.000 de barriles diarios para el año 2020. Es completamente imposible que se incremente la producción en esas cifras. Nuevamente para lograr avanzar en la producción hace falta 1) fijar unas condiciones y términos mucho más flexibles a las actuales. 2) Recursos financieros ( cerca de $ 6.000.000.000) y 3) Recursos humanos debidamente capacitados y adiestrados..
Los cambios contractuales se pueden lograr de manera consensuada , en corto tiempo, siempre y cuando Pdvsa entienda las necesidades y sus debilidades.
Los recursos financieros que no los tiene Pdvsa disponibles tendrá que establecer unas condiciones de viabilidad y confianza con los financistas, que exigirán garantías de repago.
El recurso humano será determinante para poder emprender la recuperación de la producción.
En fin, todo depende de que los administradores de Pdvsa y el Gobierno, entiendan la delicada situación de la empresa de todos los venezolanos. Sería muy lamentable que se desperdicie los precios actuales del petróleo y de fortalecer a nuestra empresa bandera e indispensable para nuestra economía.