“Para que pueda funcionar el pago del pasaje digital o electrónico en Lara, primero se debe sincerar el sueldo mínimo de los trabajadores”, así lo manifestó a El Informador Venezuela, Carlos Arroyo presidente de Sindicato de Transporte Automotor Comprometido y Organizado del estado Lara.
Explica además que en Venezuela el sector transporte tiene 20 años de atraso, por lo cual, la medida del pago de pasaje a través de mecanismo electrónicos sería una gran solución tanto para los dueños de autobuses como para los usuarios.
Insiste que para poder volcar al transporte público al sistema digital, primero se deben hacer varios correctivos, como ajustar el sueldo de los venezolanos, asignar estaciones de combustible exclusivas y rehabilitar las rutas de las unidades.
Pasaje anclado al dólar
Agrega además que la propuesta planteada a la Autoridad Metropolitana de Tránsito Terrestre (AMTT), en ese caso dirigida a Lino Rodríguez, es que el costo del pasaje quede anclado a 0,25 centavos de dólar, que hoy según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela tendría un valor de 387,233,33 bolívares.
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Con relación a la implementación del sistema del pasaje electrónico, Arroyo considera poco probable que se implemente a corto plazo, debido a que aún faltar concretar cuatro reuniones con empresas autorizadas por el Ministerio de Transporte para la aplicación del pago digital.
Primeras conversaciones
Arroyo también señala que en las primeras conversaciones con la empresa Libre Pago no quedaron muy conforme con la propuesta, debido a que el equipo electrónico tiene un costo de 150 dólares y deben pagar una comisión de 3 % diario.
A diferencia de Sube-T que según Arroyo tiene una propuesta más dinámica y ajustada a la realidad del sector, en vista de que pueden adquirir el punto de pago por un monto de 50 $ y con una comisión de 1 % por la facturación diaria.
En lo que sí coinciden hasta ahora las dos empresas, es que ambos mecanismos de cobro les permitirá al dueño de la unidad recibir su dinero diario a través de sus cuentas bancarias.
Por Anderson Piña Pereira
Foto Archivo EI