Desde el 4 de enero esperan a Hidrolara en Cerritos Blancos. Las cloacas se volvieron a desbordar en la calle 19, entre carreras 2 y 3, a pocos metros del ambulatorio. Las familias perdieron la tranquilidad y su salud está en riesgo, denuncian vecinos.
Afectados, entre ellos Miriam Gouveia afirman que el hedor les causa dolores de cabeza y estómago. En el sector viven muchos niños y personas de la tercera edad, expresó.
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Reconoce que la hidrológica ha mandado personal al sitio quienes “reparan”, pero a los pocos días, las aguas servidas de vuelven a rebosar, tal como ocurrió en esta oportunidad.
“Estamos desesperados, hemos ido a Hidrolara, hemos denunciado en medios de comunicación. Ya no encontramos qué hacer. Tengo todo clausurado en mi casa”, expuso.
Al parecer, se requiere un trabajo de envergadura que es costoso. “Le hacemos un llamado el gobernador Adolfo Pereira, que por un segundo se coloque en el lugar de nosotros y resuelva el problema”.
Los vecinos dicen que la situación es insoportable, esas aguas negras generan moscas, zancudos y ratas… Es un foco de infección.
@auritarosacastillo
Fotos: ARCG