190 años del Liceo Lisandro Alvarado
Para quienes formamos parte del torrente humano que ha pasado por las aulas del Liceo Lisandro Alvarado, es sumamente significativo referirnos a esta antigua institución educativa, decretada por el General José Antonio Páez, el 20 de enero de 1835, abriendo sus puertas finalmente el 20 de enero de 1838.
Uno de los recuerdos más gratos para todos, es el de la adolescencia, el de las mocedades, donde derrochando ímpetu y dinamismo nos desenvolvemos despreocupadamente, ya que nuestra única responsabilidad es la de cumplir con las obligaciones estudiantiles en la mayoría de los casos, pues siempre hay obligaciones hogareñas y también de trabajo, bien porque algunos padres tienen algún negocito que requiere la colaboración en la atención o por trabajar por voluntad propia. Todo ese mundo, se transfigura hoy visto a la distancia, son 190 años de tradición lisandrista, orgullo para todos los que tuvimos la oportunidad de pasar por sus aulas, bajo la tutoría de formidables preceptores de aquilatada vocación docente e inigualable condición humana.
Rafael Domingo Silva Uzcátegui (1942), en su Enciclopedia Larense detalla acuciosamente lo referente a la inauguración del “Colegio Nacional de Barquisimeto”, el memorable enero de 1835, donde el citado autor señala que, los actos se iniciaron el 1º de enero en “…un edificio adecuado – el del extinguido Convento de San Francisco, – del cual se había apoderado el Gobierno…”
Más adelante acota Silva Uzcátegui: “…dice el Gobernador que desde la víspera del día señalado para la inauguración, hubo corridas de toros. Por la noche, fuegos artificiales, globos aerostáticos y música en un tablado preparado al efecto en la plaza del Colegio, o sea, la Plaza Lara de hoy. En los cuatro ángulos de esta había “transparentes alusivos, entre los cuales se encontraba uno representando al Excmo. Sr. General en Jefe, José Antonio Páez y a su pie se leía la inscripción siguiente: El esclarecido ciudadano José Antonio Páez, primer Presidente Constitucional de Venezuela, expidió en 1835 el decreto de erección del Colegio Nacional de esta capital…”
Por otra parte, el referido autor comenta que, “…hubo salvas de artillería el día de la instalación, “para cuyo acto se reunió un numeroso concurso en el templo del extinguido Convento de San Francisco. Concluido aquel se pronunciaron varios discursos análogos y en seguida se trasladó la concurrencia a la Iglesia parroquial en donde se entonó el Tedeum en acción de gracias al Altísimo por la propagación de las luces…”
Con el transcurrir del tiempo, el Colegio Nacional de Barquisimeto, se muda al inmenso inmueble de la esquina sureste de la actual carrera 17 con la calle 24 a finales del siglo XIX, cuando apenas se hallaba recién construida dicho caserón, que desde entonces tuvo un carácter netamente educativo. Estando allí, en el año de 1884 el Gobierno Nacional decretó elevarlo a Colegio Federal de Primera Categoría, abriendo con ello cursos de estudios superiores, es decir, de Ciencias Médicas y de Derecho, siendo en esa época Director del Instituto el Dr. Luis María Castillo, notable abogado, orador y educador, quien fuera el primer presidente del Colegio de Abogados del estado Lara.
Esta maravillosa circunstancia que le abrió las puertas a la educación superior en el estado Lara, permaneció hasta 1904 cuando cerró sus puertas por orden de Cipriano Castro. De esa época de la instrucción superior impartida en el Colegio Federal de Primera Categoría nos comenta el Dr. Reinaldo Rojas (2012): “…entre 1884 y 1899 pasaron por las aulas del Colegio Federal ochocientos once alumnos hasta que el 18 de abril de 1904 se cerró esta primera ventana universitaria para la región, graduando quince doctores en Medicina y dieciséis doctores Ciencias Políticas…”
Tales hechos, hicieron que la institución volviera sólo a los estudios de secundaria quedando simplemente como Colegio Federal de Barquisimeto, que según la profesora Maryelis Beatriz Vargas (2008): “…En el caso de Barquisimeto el antiguo Colegio Nacional, que en 1884 pasó a ser Colegio Federal de Primera Categoría y en 1904 pasa a ser Colegio Nacional de Varones (aunque siguió funcionando como Colegio Federal) a partir del 13 de junio de 1936 pasa a ser Liceo Nacional y tomó el nombre del insigne tocuyano Lisandro Alvarado, a casi diez años de su desaparición física la sociedad larense estaba en deuda con la memoria de quien nos legó tan importantes frutos en los ámbitos de la medicina, la historia, la botánica y la lingüística. De esta la institución recién elevada a Liceo toma el nombre de “Lisandro Alvarado” aunque en la gaceta oficial no se reflejan las razones por las cuales se escoge este epónimo se sabe que fue por una propuesta que hiciese ante el Congreso el Dr. Esteban Agudo Freitez que la nueva institución se comenzó a llamar Lisandro Alvarado…”
Será entonces, el inmenso caserón de la hoy carrera 17 con la calle 24 el asiento del transcurrir formativo de esta institución cumpleañera, allí fue universidad, allí fue liceo y allí fue coronada con el nombre de Lisandro Alvarado. Tanta trayectoria por demás historiada, le valió la distinción, de ser una de las elegidas a nivel nacional para ser dotada de un cómodo, amplio y espectacular edificio diseñado especialmente para las funciones de una educación integral y de cara a la comunidad, pues para los años 40 la administración del General Isaías Medina Angarita, había emprendido un extenso plan de dotación de sede físicas para escuelas, medicaturas y liceos, diseñados especialmente para tales fines.
Desde la oficina de proyectos del Ministerio de Obras Públicas bajo la conducción del ingeniero Manuel Silveira, se contaba con un equipo integrado por auténticos colosos de las obras de servicio público más extraordinarias que se diseñaron en aquellos tiempos, siendo el líder de aquel grupo Carlos Raúl Villanueva, contándose igualmente con figuras como Luis Malaussena y Carlos Guinand.
En 1944 se iniciaron los trabajos de excavación para las bases del edificio, que se levantó en un área de una hectárea, comprendida por la manzana que se encuentra en nuestros días entre las carrera 14 y 15 y entre las calles 32 y 33, que anteriormente había sido una laguna para la fabricación de adobes, con los cuales se construyeron las casa del sector circundante, que al secarse se convirtió en el basurero de Barquisimeto, como lo refiere Fulgencio Orellana (1973), a donde “…acudían los escolares a la salida de los planteles, en busca de los sobres de correo, a los que tomaban las estampillas para incrementar la filatelia…”
Un primo hermano de nuestra madre, Cesar Rodríguez Riera, se encontraba cursando el último año del bachillerato en 1946 en el Lisandro Alvarado, cuando les tocó la mudanza del viejo caserón de la carrera 17 con la calle 24 al nuevo, flamante y enorme edifico ubicado entre las carreras 14 y 15 y las calles 32 y 33 en medio de una tremenda emoción. Fueron días en que la institución contaba con profesores como Francisco Reyes García, egresado de la Escuela Nacional de Artes Plásticas y Aplicadas, Magdalena Seijas, egresada del Instituto Pedagógico Nacional, Alberto Castillo Arráez, catedrático de Filosofía, Ciencias Sociales y Física, el Dr. José María Domínguez Escovar, profesor de Francés desde 1938, Joaquín Rodríguez Fernández, catedrático de Matemáticas, el Sr. Manuel Viacaba, profesor de Inglés y el Dr. Rafael Bartolomé profesor de Francés desde 1944 entre otros.
De esta forma, iniciaba sus actividades el Liceo Lisandro Alvarado en su nueva sede, desde donde hoy día emana el hecho vital de su palpitar, el mismo donde nuestra pariente Noela Salcedo quedó electa Reina del Liceo, pero asimismo posteriormente Mireya Rodríguez Anzola también Reina, mientras las serenatas se materializaban de las mano de José Tomas “Chichito” Rosales quien bajo la batuta del profesor Napoleón “Pololo” Arráiz hacían de las suyas musicalmente junto al piano del liceo de las manos del alumno José Antonio Abreu y los hermanos Giménez a la postre profesores del liceo descollaban en deportes como el voleibol.
Vendría la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y los estudiantes que actuaban en la clandestinidad contra el régimen, tuvieron una figuración importante en aquel movimiento que se acrecentó hasta el estallido de la manifestación del 23 de enero de 1958 encabezada por la Reina del Liceo Lisandro Alvarado, Elizabeth Gutiérrez, portando la bandera de Venezuela. Posteriormente, seguirá el movimiento subversivo de los años 60, los alumnos reclutados por la guerrilla y el adoctrinamiento para causar disturbios, con los diagramas para la fabricación de las bombas molotov en las puertas de los waterclock de los baños de los varones.
Vendrán los 70, la pacificación y la incorporación de los movimientos de izquierda en el tarjetón electoral y el encumbramiento hacia una Venezuela saudita donde llovían los petrodólares a granel y el país despilfarraba el dinero sin tasa ni medida. Nuestros hermanos estuvieron en esas dos décadas, con vivencias de esos acontecimientos y el devenir de aquel entonces.
Podríamos decir, que tenemos una historia generacional del Liceo Lisandro Alvarado por nuestra parte, que viene andando desde los días de las clases en el viejo caserón del Siglo XIX de la carrera 17 con la calle 24, donde era director Jorge Semidey, quien desde 1932 se desempeñaba en el Magisterio Nacional, para luego nuclearse en la imponente edificación que recientemente acaba de ser revitalizada. Las funciones de teatro bajo la dirección del profesor Carlos Denis y los desfiles de la Banda Seca del Lisandro Alvarado ganadora de múltiples certámenes, así como el Orfeón que dirigió Vinicio Adames y que a la postre condujo magistralmente el profesor Gilberto Giménez, como igualmente su hermano Adelmo hizo vibrar los espacios de Venezolana de Televisión con la Estudiantina del Liceo.
Cuando nosotros entramos al Liceo Lisandro Alvarado, era director Vicente Gallardo y en el acto de recibimiento a los nuevos estudiantes, se le rindió homenaje a los profesores que salían jubilados como lo fueron Francisco Reyes García, Marcia Piña Daza y Ana Teresa Gaisa. Un inolvidable instante vivido en el auditorio del Liceo. Luego con el profesor Rafael Alejos, fuimos a los altos de Pavia a la fábrica de fuegos artificiales de don Elías Marrufo, quien con gusto expendía los cohetes para la visita de la imagen de la Divina Pastora al Liceo, quien siempre nos regalaba un paquete más, porque eran para la Venerada Imagen y con Alejos aprendimos a encender y lanzar los cohetes y a colaborar con las iniciativas extra cátedra que se organizaban, pues era 1985 y el Liceo arribaba a sus 150 años, al memorable sesquicentenario cuyo programa fue el siguiente:
Enero 19 7:00 a.m.
9:00 a.m.
9:00 p.m. Visita de la Divina Pastora al Liceo y misa solemne.
Desayuno.
Fiesta Aniversario. Club Hispano. Actuación del Super Combo Los Tropicales y la Orquesta Gran Amistad. Proclamación de la Novia del Liceo, Srta. Maribel Medina.
Enero 20 10:00 a.m.
11:00 a.m. Ofrendas florales ante los bustos de El Libertador y de Lisandro Alvarado y ante la tumba de los últimos lisandristas fallecidos.
Sesión extraordinaria del Concejo Municipal. Orador de Orden Dr. Juan Pedro del Moral.
Enero 21
Enero 23 8:00 a.m. Carteleras alusivas al Día del Liceo.
FORO. El Liceo Lisandro Alvarado y la Democracia Venezolana.
Enero 25 2:00 p.m. Ágape al alumnado lisandrista. Entrega de Becas Estudiantiles.
Enero 26 9:00 a.m. Inauguración del XV Campeonato de Softbol de Profesores “Copa Sesquicentenario del Diversificado Lisandro Alvarado”.
Esto es sólo a lo correspondiente al mes de enero, ya que el programa se extendía a todo 1985, finalizando en enero de 1986 con un baile de gala con la Orquesta más Popular de Venezuela, la Billo´s Caracas Boys en el Club Hispano.
Todas estas actividades nos mantuvieron inmersos en cuerpo y alma en el sesquicentenario, por lo cual con honestidad descuidé los estudios, pero con plena conciencia de aquello, igual me dediqué a estar presente e involucrado en todos los actos, pues también estaba consciente de que ello no se repetiría y que éramos testigo de excepción de ese sobresaliente acontecer conmemorativo.
Indudablemente que son estos, momentos emocionantes y emocionados, como lo diría el periodista Manuel Felipe López de nuestra más grata recordación, fueron los momentos más alucinantes para los jóvenes de entonces, sin pantallas que nos idiotizaran, sin celulares que nos embobaran y sin más medios que la vocación desbordante de nuestros profesores, que nos estimularon a encausar nuestras inquietudes por los caminos más promisorios para nuestro destino futuro. Como todo en la vida, no todo es blanco y negro, pero esos grises que se forman, son también parte de la existencia, del crecimiento y la maduración de nuestra conciencia.
De aquellos, nuestros días del Lisandro Alvarado, 40 años han pasado, hoy el devenir de 190 años se amalgama en esta evocación, donde ensartamos historia, recuerdos familiares heredados del ínterin hogareño, otros ajenos y los nuestros para tejer en la urdimbre de la palabra esta crónica relativa a los casi doscientos años del Liceo Lisandro Alvarado, de mi Liceo, del Liceo de muchos, de ese torrente humano que ha pasado por sus aulas a lo largo del devenir del tiempo y aun mi madre Belén Socorro López Rodríguez con sus 94 años recuerda sus días en el Liceo Lisandro, primos de mi madre, nuestros hermanos y ese conglomerado con quienes en la misma época, formamos parte de una generación, la del sesquicentenario.
Partiendo de este Lunes 20 de enero, fecha aniversaria de la institución, se cuenta con el siguiente programa:
Lunes 20 / 01 / 2025: 9:00 am. Caminata
11: 00 am. Cumpleaños Lisandrista.
Martes 21 / 01 / 2025: 8:30 am. Misa Aniversario.
9:30 am. Ofrenda Floral
10:00 am. Acto Central.
Miércoles 22 / 01 / 2025: 7:00 am. Maratón
9:00 am. Toma deportiva
Jueves 23 / 01 / 2025: Fiesta del Personal
Viernes 24 / 01 / 2025: Elección de la Reina.
Indiscutiblemente, 190 años de una institución educativa, constituyen sin duda alguna una trayectoria de significativa trascendencia y un vivo ejemplo de un valioso aporte sostenido en pro del desarrollo del recurso humano que se ha formado a lo largo del tiempo en el Liceo Lisandro Alvarado, contribuyendo de manera insoslayable al mejor porvenir de la ciudad, la región y del país, ya que de este centro de formación hemos egresados cientos de generaciones con un claro sentido de la tenacidad, la voluntad y la constancia, como un inequívoco sendero para lograr la prosperidad, que sólo se logra a través del trabajo útil, el noble ejemplo y el leal cariño.
Mañana, lunes 20 de enero, los miles de lisandristas que gravitan por todas partes, estarán de júbilo por el 190 aniversario del su Liceo, el Lisandro Alvarado de Barquisimeto. Para todos los egresados, para la comunidad educativa, profesores, alumnos, personal administrativo y obrero
¡…Feliz Aniversario…!
Barquisimeto, domingo 19 de enero de 2025.
Fuentes Consultadas:
Macias, E. (1952) Educación. Crónicas sobre la Fundación y Desarrollo de Barquisimeto. Guía Económica y Social del Estado Lara. Edición especial de la Cámara de Comercio del Estado Lara, conmemorativa al cuatricentenario de la fundación de Barquisimeto. Editorial Continente. Barquisimeto. Venezuela.
Orellana, F. (1973) La Ciudad y el Tiempo. Tipografía Orellana. Barquisimeto. Venezuela.
Revista LICLA (1945) Órgano del Liceo Lisandro Alvarado. Año 1. No. 1. Abril 1945. Barquisimeto. Venezuela.
Rojas, R. (2012) Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado una Historia de 50 Años. Publicaciones del Rectorado de la UCLA. Gráficas ACEA. Barquisimeto. Venezuela.
Silva, R. (1942) Enciclopedia Larense. Impresores Unidos. Caracas. Venezuela.
Vargas, M. (2008) El Liceo Nacional Lisandro Alvarado. Editorial Horizonte. Barquisimeto. Venezuela.
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