El slugger venezolano Miguel Cabrera está feliz porque rebajó 11 kilos y ahora se prepara para llegar a 500 jonrones en las Grandes Ligas, cifra de la que está a sólo 23.
Arriba a su temporada 18 en las Mayores, cuando en abril cumple 37 años, mientras le faltan 185 imparables para los 3.000, que presentan a un elitesco grupo que ya son miembros del Salón de la Fama en Cooperstown.
Desde 2017 empezó a tener problemas físicos, dolencias en las rodillas, los hombros y la espalda, aunque entre 2004 y 2016 sonó 187 incogibles y desapareció 33 pelotas. Si su salud lo acompaña en esta oportunidad, muchas cosas pueden ocurrir a favor del aragüeño.
Lakeland, en Florida, es el espacio donde entrenan jugadores de los Tigres de Detroit. Cabrera llegó allí y se vio más delgado o con unos kilos menos que en 2019, reportó ‘Detroit News’.
Siempre existe un motivo para sentirse bien, dijo el criollo. “El año pasado no estaba contento con mis números. Tampoco en la forma que jugamos y todas las derrotas sufridas Esa son una de las razones para venir en mejor condición, buscar de comenzar a competir e intentar de ganar más juegos”, declaró el nativo.
Su primera tarea en la temporada muerta era bajar de peso y quitarle estrés a la rodilla derecha afectada. “No más arepas, cambiar hábitos en la alimentación y tener una preparación física más intensa”, afirmó, luego de cambiar su dieta, agregar verduras, vegetales y eliminar carbohidratos.
Igual decidió entrar en un sistema de entrenamiento que incluyera todo el cuerpo, programado por el trainer Adam Boily, propietario del gimnasio System8 en localidad de Fort Lauderdale en Florida.
De idéntico modo se preparó con el ex ala cerrada de los Patriots, Rob Gronkowski. “Fue genial entrenar junto a él, porque trabaja duro”, dijo Cabrera. “Ejercita fuerte, motiva, te dice que si quieres algo necesitas trabajar hasta conseguir lo deseado”.
El mánager Ron Gardenhire lo recibió en el campo, lo saludó y lo abrazó. “En realidad está más delgado”, expresó. “Se nota cuando lo tocas, lo abrazas y sabes que tuvo una buena preparación”.
Cabrera explicó que el año pasado estaba pesado y en las últimas tres campañas apenas apareció en 304 juegos. “Mi propósito era estar en forma, a un 100 %, listo y jugar toda la temporada”.
Dijo que no quiere cambiar el swing, espera ser natural. “Los últimos tres años lo cambié, para estar cómodo en el plato y no sentir que algo me molestaba. Ahora quiero ser como soy y no pensar en nada, para reaccionar y rendir”.
Antonio José Seijas
Foto: Miguel Cabrera llega motivado, para ayudar en todas las instancias