Coral Gables, Florida (VIP-WIRE).-
“Los bigleaguers jugaban antes porque amaban al beiabol, ahora porque se vuelven loquitos por los millones de dólares”… Dick Secades.-
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Ésta no es la columna que deseaba. Quería escribir hoy acerca de los promedios al bate, los jonrones sacados y por sacar, los juegos ganados, salvados y perdidos, la efectividad, las bases robadas.
Pero el ambiente huele a puros billetes verdes en cantidades multimillonarias… ¡Y, ¿cómo se hace, pues?!.
La avaricia rompe el saco. Hace cuatro días, el miércoles, debieron comenzar los entrenamientos. Pero la última reunión de Major League Baseball con Major League Baseball Players Association, anteayer jueves, duró apenas 15 minutos, y lo que acordaron fue que el lockout continúa.
Por primera vez hablaron ayer viernes de la posibilidad de no inaugurar la temporada el 31 de marzo, como se ha programado, ya que no habrá tiempo para preparar debidamente a los peloteros.
Todas las desavenencias del drama obedecen a millones de dólares, como la de los años en Grandes Ligas (hoy día tres) que deben permanecer los novatos antes poder ir arbitraje para hacerse multimillonarios (los peloteros exigen dos años).
Los más ricos-los más pobres. El bigleaguer más pobre es muy rico ante los humildes salarios de los trabajadores de los estadios.
Me refiero a los humildes vendedores de boletos, porteros, ushers o acomodadores, mesoneros, vendedores de comida rápida, vendedores de souvenirs, quienes en el verano ahorran sus dolaritos, vía una serie de privaciones, para que la comida les llegue hasta el invierno, cuando no hay beisbol, cuando no hay sueldos para ellos.
Hombres y mujeres de todas las edades, quienes deberían declararse en huelga en busca de mayores ingresos.
Aman la riqueza, no al beisbol. Se supone que, por estos días, los peloteros deberían estar desesperados por iniciar sus entrenamientos. Pero esos serán otros. Los de ahora están muy ocupados, con sus multimillones de dólares.
¿No sería posible comenzar a entrenar y seguir las discusiones? Al fin y al cabo, no son los peloteros quienes manejan los debates.
Correcto. La falta de dinero suficiente es una calamidad, pero el exceso de riqueza económica es peor.
Ahora ya saben por qué tengo que escribir sobre los millones de dólares, en vez del beisbol.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
ATENCIÓN.- El archivo de estas columnas en google si entras por “el deporte vuelve a unirnos”
@juanvene5
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