La constante quema de la zona boscosa de Río Claro, parroquia Juares, al sur de Iribarren, tiene desesperados a sus pobladores, aun más, a los adultos mayores y niños, quienes están presentando cuadros de tos, rinitis y asma a consecuencia del humo. Los casos han sido atendidos en el Ambulatorio Rural y se conoció que de 70 pacientes que ingresan diariamente, al menos 60, presentan este tipo de problemas respiratorios, la cual se da en plena cuarentena por el Coronavirus.
La situación se recrudece porque la quema, que se inició en la parte alta del pueblo, se ha extendido a orillas del río y las comunidades «están encerradas en una nube de humo». «Esto sigue siendo un pueblo sin ley, cada quien se maneja como quiere. Hay quienes queman el cerro por vandalismo, otros porque ya se acercan las lluvias y necesitan sembrar, pero eso también debe tener un control, vigilancia, pero a nadie le duele atentar contra la naturaleza y el pueblo está enfermo» expresó Mario Jimenez, habitante, quien además manifestó su molestia porque la quema indiscriminada es penada por la ley y, en Río Claro, pasa por debajo de la mesa, como muchos casos.
Otra vecina, Carmen Arrieche, describe que por las noches «se sufre más» porque el humo se ‘cuela’ dentro de las casas y así «no se puede dormir». En su grupo familiar, dos de ellos, están padeciendo de asma, asegura, por lo que extiende el llamado a las autoridades militares para que ejerzan detenciones y sancionen a infractores. La señora hace el llamado directamente a la gobernadora de Lara, almirante Carmen Meléndez, pues ella tiene mayor potestad de llevar el caso. Aunque también clama ayuda al alcalde de Iribarren, Luis Jonás Reyes, para que tome cartas en el asunto, con los representantes parroquiales en Juares.
Mientras pasan los días, la quema sigue devastando los cerros del pueblo y sus habitantes enfermando.
Giovanny Durán (Colaborador)