Con la situación que atraviesa el país, los pacientes renales han sufrido el olvido y abandono del Gobierno y del instituto venezolano de los seguros sociales (IVSS), quienes se encargaban de ayudar a los pacientes tanto en diálisis como en medicamentos.
Héctor Daniel Colmenares, presidente de la Fundación Amigos del Paciente Renal (Fundaprel) contó para El Informador Venezuela, la dura realidad que actualmente sufren las personas para recibir tratamientos, obtener medicamentos y poderse realizar las diálisis.
«Hoy en día existe un déficit en la obtención del tratamiento. El 60% de los pacientes sigue en lista de espera para las diálisis, lo que equivale a 1250 personas que van preguntando en cada unidad si alguien murió para tener chance de avanzar en esta lista», dice.
Tratamientos
«Hay tres aspectos en los tratamientos; la conducción de máquinas, insumos y medicamentos», resalta Colmenares.
En primer lugar, en Lara solo hay siete unidades de diálisis, de las cuales tres son públicas. El presidente de Fundaprel destaca que anteriormente el IVSS se encargaba de cubrir el costo de las diálisis que actualmente tiene un costo de 60 millones de bolívares, cada una.
El catéter de diálisis, usado para mover sangre del paciente a y desde la máquina de hemodiálisis «no lo envían desde hace años y actualmente tiene un costo de 100 dólares», dice.
Colmenares destaca que en la entidad se encuentran activados riñones artificiales, de los cuales se benefician pocos pacientes que asisten a las terapias unas tres veces por semana con una duración de 3 o 4 horas. Los insumos como líquidos y vitaminas llegan esporádicamente y cuando no hay, los pacientes deben gastar 100 dólares aproximadamente.
En cuánto a los medicamentos como los anticoagulantes, ácido fólico, calcio y la vitamina B12, el presidente de la fundación regional destaca que no llegan desde hace siete años.
Resalta que lo poco que llega ya no tiene la calidad de años anteriores, como la vitamina B12 que deben tener 13 al mes y actualmente solo llegan tres y que a pesar de ser suministrada por el IVSS y avalada por el Instituto Nacional de Nutrición, no contiene los mismos nutrientes. «El complemento alimenticio de nutrición no lo envían desde hace tres años» añade.
Pacientes temen por las fístulas
La fístula, una conexión anormal entre una arteria y una vena, en la cual la sangre fluye directamente desde una arteria hacia una vena, es vital para estos pacientes y actualmente tiene un costo de 1.200 dólares, lo que para muchos es «imposible pagarlo».
Todos los pacientes deben tener esta fístula y las máquinas necesarias, en su mayoría, no han recibido mantenimiento, lo que empeora esta situación.
«Si el Gobierno no nos apoya, al cabo de un año, todos los pacientes estaremos en silla de ruedas porque no podemos caminar, nos duele la cintura. Todos tenemos dolores en el sistema óseo», dice.
Esta fundación, no recibe ayuda del Gobierno y mediante actividades y ayuda de amigos y sectores privados, recaudan fondos para los pacientes de escasos recursos. La doctora Dogmary Guédez, es quien atiende a los pacientes y «cobra lo mínimo para ayudarnos», destaca el presidente de Fundaprel. Actualmente no cuentan con una sede y esperan conseguirla para seguir su labor en la entidad.
Eliagnis Mora
Fotos: Ángel Zambrano