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“Confiamos en él”. Santander sigue batallando para entrar en ritmo en Toronto

Gran parte de la conversación en torno a la temporada del venezolano Anthony Santander se deriva de ese concepto. Santander regresó al lineup para la derrota del domingo por 3-2 ante los Tigres, bateando de quinto y como designado después de haber sido excluido de la alineación titular durante los primeros dos juegos de la serie.

Fue la segunda vez en una semana que Santander tuvo que ausentarse durante varios partidos por una dolencia. Primero fue el hombro izquierdo, producto de una jugada en la que saltó contra la tribuna en Anaheim. Luego fue en la cadera, que sintió por primera vez al hacer un swing el jueves. Estos contratiempos pasan factura, especialmente para un toletero que ha luchado por encontrar el ritmo en sus primeros días con un nuevo club.

“Estoy batallando”, dijo Santander desde su casillero en el Rogers Centre. “Realmente lo estoy. Pero me mantengo positivo”.

El domingo marcó un muy necesario nuevo comienzo, pero Santander aún no está al cien por ciento. El hombro todavía le molesta, al igual que la cadera. No usó eso como excusa para irse de 4-0 con tres ponches, pero de una forma u otra, todo esto está relacionado.

Para un hombre que depende de repeticiones constantes para entrar en ritmo, todos estos arranques y paradas pueden ser difíciles de manejar. Eso fue visible en algunos de los turnos de Santander contra los Tigres: Algunos batazos que estuvieron cerca de ser hit mezclados con los frustrantes resultados finales.

“Pienso que hizo muy buenos swings hoy (el domingo)”, dijo el mánager de los Azulejos, John Schneider. “Creo que simplemente hizo swing a algunas bolas malas. Ésa ha sido un poco la historia de su temporada”.

Santander parecía listo para reescribir esa historia a principios de mayo. Esta campaña, hizo honor a su etiqueta de jugador de lentos inicios, pero parecía estar dando un giro con una gran serie en el Angel Stadium.

El problema del hombro mantuvo a Santander fuera durante tres juegos en Seattle y el veterano no logró producir a un alto nivel en su regreso contra los Rays. Luego “algo extraño” le pasó en su cadera y tuvo que quedarse fuera para un par de encuentros más.

Una secuencia así pondría a prueba incluso al más paciente de los jugadores. Pero los Azulejos se han mantenido firmes en su confianza en Santander.

“Le va a dar un giro a la situación”, aseguró Schneider. “Anthony es bien abierto y lo ha sido desde el primer día. Entonces, estamos simplemente contactando con él y asegurándonos de que esté bien. Está trabajando en algunas cosas mecánicamente, y también es un bateador que depende mucho de su feeling/tacto. Entonces, estamos tratando de que recupere esa sensación, pero realmente haciéndole saber que tenemos confianza en él. Va a ser una parte importante de lo que hagamos este año y en el futuro”.

Regresar a la alineación fue un gran paso. No importa que Santander bateara quinto en lugar de su habitual tercer puesto, o que estuviera alejado de los jardines un poco más. Ésta es una fundación sobre lo que se puede construir.

Es todo lo que necesita para seguir mirando hacia adelante.

“Mentalmente, me siento muy bien, gracias a Dios”, aseguró Santander. “El equipo me dio una bienvenida muy buena; me recibieron con los brazos abiertos. Mis compañeros de equipo han estado conmigo desde el principio, el (cuerpo de instructores) también. Eso me hace sentir bien. Me da la voluntad de seguir trabajando duro, no tirar la toalla, para que eventualmente podamos conseguir los resultados que buscamos para ayudar al equipo a ganar”.

En cierto modo, la naturaleza de “un paso adelante, dos pasos atrás” de la temporada de Santander también aplica al equipo en general. Hemos visto destellos de lo lejos puede llegar este grupo, pero los Azulejos todavía están esperando que todo engrane. Necesitan a Santander en su mejor nivel para que eso suceda. La apretada derrota del domingo fue otro ejemplo de ello.

La confianza se ha mantenido firme en todos los aspectos. Ahí es donde entra toda la charla de unidad y desinterés. Santander siente el aprecio de sus compañeros de equipo, y también lo escucha.

“Es difícil, pero gracias a Dios he estado en esta situación antes”, dijo Santander. “El apoyo de mis compañeros ha sido bien importante. Y venimos todos los días intentando mejorar. No estamos obteniendo los resultados en este momento, pero no podemos controlar los resultados. Simplemente podemos controlar el venir aquí, ponernos a trabajar y dar lo mejor de nosotros. Todavía no he tirado la toalla”.

Desde el casillero que está al lado del de Santander, el dominicano Vladimir Guerrero Jr. intervino.

“Dios aprieta, pero no ahorca”, recordó Guerrero.

LA/MLB

Foto:MLB

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