La surafricana Caster Semenya de 31 años llegó al Mundial de Eugene en Estados Unidos y creó polémica por atletas transgénero, incluso dijeron que prácticamente participará sin posibilidad alguna de ganar.
La tricampeona mundial de los 800 metros el miércoles 20 de julio en escenario del estado Oregon correrá los 5.000, en vez de su prueba predilecta. No se le considera candidata seria a las medallas. Y es la primera vez que ello ocurre desde que comenzó a dominar su carrera hace más de una década.
La deportista optó por disputar una competencia en la que no querría estar en realidad y en la que no es tan buena, puesto que se negó a someterse a las reglas del órgano rector del atletismo, que le exigía tomar tratamientos para reducir sus niveles de testosterona si deseaba correr los 800.
Se trata de reglas que Semenya, por medio de un escrito de su abogado, considera “una afrenta contra el espíritu del deporte”. Nació, fue criada y se identifica como mujer. Presenta una condición intersexual llamada 46,XY. Se trata de diferencias en el desarrollo sexual, que generan rasgos tanto masculinos como femeninos, así como un nivel de testosterona superior al de una mujer típica.
Se le prohibió competir en su prueba favorita, luego de perder su apelación contra una regla del organismo World Athletics, que advierte que las mujeres con su condición son inelegibles para algunas competencias.
NO ES TRANSGÉNERO
La sudafricana no es transgénero. Pero su caso y los que involucran a otras personas con condiciones intersexuales parecidas, conlleva implicaciones relevantes sobre el trato y la clasificación para los deportistas transgénero.
Tanto la situación de Semenya como la lucha similar de la namibia Christine Mboma, medallista olímpica de plata en los 200 metros, ilustran lo complejas que son las reglas del atletismo respecto a la participación de mujeres que presentan altos niveles de testosterona, considerados por algunos una ventaja injusta sobre otras deportistas.
Las reglas, que serán replanteadas pronto, prohíben por ejemplo que Semenya y otras corran distancias entre 400 y 1.500 metros a menos que reduzcan sus niveles de testosterona. Son libres para correr en otros eventos. Así Mboma ha sido elegible para correr en los 200 metros, pero Semenya debe perderse los 800.
LESIÓN LE IMPIDE CORRER
Mboma está lesionada este verano y no viajó a Eugene. Tampoco se esperaba que Semenya acudiera. De la nada su nombre apareció en la lista de inscritas para la carrera más larga.
El tema de las mujeres transgénero en el deporte, relacionado aunque distinto, salió a la luz de nuevo el mes pasado, cuando los líderes de la natación hicieron su propio cambio de reglas. Prohibieron que las mujeres transgénero compitieran en certámenes de élite si no seguían un tratamiento médico que redujera su producción de testosterona antes de la pubertad o de cumplir 12 años, lo que ocurriera después.
Sebastian Coe, el presidente de World Athletics, mostró su apoyo a la medida tomada en la natación, y dijo que el organismo regulador del atletismo revisaría sus normas para finales de este año, probablemente para volverlas más estrictas.
AP
Caster Semenya levanta comentarios a su alrededor