La madrugada del 18 de julio, ayer, el sosiego y la tranquilidad vecinal de las comunidades colinas de Santa Rosa y Santa Elena Norte, se vieron interrumpidas por la súbita incursión de un grupo violento que irrumpió en detrimento de la convivencia y la paz que tanto pregona la actual administración nacional
Según comunicación enviada por el amigo Rubén Hurtado, los vecinos de ambas urbanizaciones del este de Barquisimeto, están atemorizados por lo que han calificado de acción vandálica, que ocasionó daños a la propiedad privada, pero lo más relevante, alteró la tranquilidad, la paz, y creó incertidumbre entre el vecindario. En la comunicación remitida, informan los denunciantes, que los actos violentos, se presume que fueron ejecutados por motivaciones políticas, por cuanto un vecino, acogió en su casa a la lideresa de la oposición venezolana María Corina Machado.
El desborde de la violencia política no contribuye en nada en mejorar el clima electoral, donde privan más los intereses partidistas que de las comunidades de vivir en paz. Estos hechos lejos de favorecer al sano debate de las ideas, del intercambio de opiniones, no le hace ningún bien a un proceso comicial que es observado por el mundo entero; donde se busca que la democracia renazca con eventos trsnspatentes, donde la pulcritud y la decencia prevalezca para orgullo de toda Venezuela. He ahí el quid del asunto.
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