Influencer, youtuber, así la identifican, pero ello prefiere llamarse integral, lo cual incluye ese lado humano, sin filtro, que le ha dado preferencia en el tan competitivo mundo 2.0.
©Ivar Colmenares Trujillo / Fotografía: Daniel Sosa @iamdanisosa
La vida de María Daniela Barranco cambió en segundos. En la cosmopolita Nueva York de aquel 2015, donde vivía, le dio un vuelco a sus estudios de psicología cambiando un posible consultorio y limitados pacientes al día, por miles de millenials y centennials desbocados por exponer sus inquietudes y gustos.
La decisión no pudo ser otra tras el furor que causó un brevísimo video que publicó en la extinta red social Vine, la misma que también fue trampolín para figuras como Lele Pons. “Fue una tontería”, recuerda ella: comparar cómo se reían mis amigas y las “chamas normales”, pero lo desposado y la gracia natural de la grabación de seis segundos marcaron el inicio de un estilo y de una carrera que hoy está en pleno ascenso.
La caraqueña estuvo en Barquisimeto como embajadora de una reconocida marca regional de bebidas espirituosas, y cual video de Youtube, sin filtro pero con mucho más contenido, le contó a Estancia, la revista, episodios y anécdotas de su vida y su carrera.
¿Qué es lo que gusta al público 2.0?
No sé lo que le gusta a la gente, pero sí sé lo que me gusta a mí, responde tranquilamente, sin que ello signifique que desconozca el meollo del medio en el que se mueve, y por ello está clara en que la originalidad y lo cotidiano es la clave. Aquello tan básico y común sin lo cual el día a día no sería día a día, como ir el baño, es un ejemplo clarísimo que cita con picardía.
Si bien no terminó su carrera, de hecho aquellas primeras notas no fueron ejemplares, entendió muy bien que romper tabúes sin duda acredita liderazgo, porque las sociedades no se atreven a hablar de ciertos temas.
Aquella chama penosa y retraída que asegura fue, de hecho se sentaba al final del salón de clases, cuenta que se entendió y sinceró consigo misma, y asumió su transformación en una artista integral a la que mucho ayudó la vena artística heredada de sus padres.
De ‘Viner’ a instagramer y youtuber
La carrera de Daniela ha despuntado vertiginosamente. Para 2018, año marcado por su célebre video de las prepago, su batería de herramientas 2.0 contemplaba canal en Youtube, su red social favorita; stand up, programa en radio y la infaltable cuenta en Instagram, que al día de hoy supera los 700K seguidores.
Pero no todo es sencillo. Dani confiesa que crear contenidos a veces se le hace “un pelín” complicado, y es que mantener a una audiencia hambrienta de contenidos novedosos no puede ser un trabajo fácil, sin embargo, dice ser buena observadora y tener claro su lugar (por ejemplo, no habla de política), y eso le ayuda a procesar lo que su entorno le demanda.
Los infaltables haters
No hay de otra, existen y hay que asumirlos. “La gente cree que tiene opinión sobre tu vida”, reflexiona Daniela, pero es que esa dinámica de involucrarse con las audiencias en su cotidianidad, de alguna manera da licencia para tal intromisión. La frontera está en la forma cómo lo hacen, y cuando la cruzan indebidamente, ella simplemente se desconecta al punto de obviar los DM durante un buen tiempo.
Dani es humana, y esa desconexión incluye algunas veces su teléfono, el cual “lanza” un rato y se dedica a dormir o a compartir con las amigas de ese íntimo grupo de 13 que se conoce desde chamitas y aún mantienen el contacto.
Tú a mí no me das risa
Así le decía su pareja, Omar Koonze, sobre sus videos. Hoy tanto eso como su vida en común, han cambiado bastante y ella celebra que han llegado al punto de complementarse.
“Comenzamos como amigos”, revela Dani al contar cómo comenzó su relación con el cantante y compositor de música urbana. Considera que eso fue importantísimo porque les sirvió para conocerse bien y definir sobre qué bases podrían entenderse.
Tan importante fue que, al menos para ella, le sirvió para entender a un Omar súper frontal, con carácter difícil pero que se ha permitido dejar complementarse por ella y su metódica manera de organizar las cosas. Él, en contrapartida, le da ese toque de flexibilidad que la oxigena y relaja.
Pero obviamente comparten también su carrera, de hecho, el anzoatiguense es una pieza vital en el próximo paso de Daniela: el canto, al componer junto a ella algunos de sus primeros temas.
Después de El Boquete
Shot, Miedo, Eclipse, son algunos de los sencillos que ya están sonando y que están a años luz de aquel controversial Boquete para el que prestó su voz y que, aunque asegura fue algo “sin querer”, terminó siendo una excelente herramienta de marketing.
Reggaeton, rap y otros ritmos urbanos se fusionan en su propuesta musical que, a la fecha, se está compilando en un EP (extended play) e incluye la participación de otros artistas como los raperos de Warao. Pero también hay mucho de pop, y es que esta sagitariana a punto de cumplir 24 años el próximo 13 de diciembre, se rinde ante las puestas de Beyonce, JLo y, últimamente, Ariana Grande.
¿Dejarás las redes u otra de tus actividades para concentrarte en la música?
No quiero dejar de hacer una cosa para hacer la otra, responde tajante, y confiesa que espera poder lograr no solo eso, sino ejecutar su proyecto tal como lo tiene planificado, tal como le gusta, más allá de las exigencias del mercado.
Tal es así, que reveló algunos datos de otro proyecto que está preparando en paralelo: un web show junto a sus colegas Luis Álamo y Oscar Martínez en el cual abordarán temas diversos y proyectan arrancar tras el receso de vacacione
¿Sabías que?
El programa de tv favorito de Dani, la adolescente, fue Somos tú y yo, la serie juvenil que Venevisión transmitió en 2007 y en la que participaron figuras como Sheryl Rubio, Víctor Drija, Rosmeri Marval, Arán de las Casas y Gustavo Elis, entre otros.
Su teléfono es un Iphone XR.
No es fanática del ejercicio pero los funcionales son sus favoritos.
La keratina es uno de sus tratamientos para el cabello.
Entre los colegas que sigue en las RRSS están Erika de la Vega, John Houseman, Gabo Ruiz y Marko. A todos los conoce y cuenta que entre influencers y youtubers hay buena camaradería.