Freddy Torrealba Z.
Foto: Correo de Lara
Son diversas las proyecciones en la sociedad larense de este medio de transporte de la Revolución Industrial. Hecho registrado en la etapa de transición del siglo XIX al siglo XX cuando todavía éramos un país tradicional que abruptamente pasó de la economía agrícola a la petrolera durante los 27 años de la dictadura gomecista.
Tras la fundación de la Estación del Ferrocarril Bolívar el 18 de enero de 1891, en lo que es hoy la Iglesia Catedral, sus efectos se hacen sentir de inmediato en la ciudad en lo económico, cultural y social. Su primer punto de contacto es el naciente sector de El Manteco que se integra al puerto interno en conformación. Entonces, El Manteco formaba parte de la periferia de la ciudad más allá de la calle 30. Como se dice popularmente era monte y culebra.
La calle 30 pasa a llamarse la Calle del Ferrocarril, de allí parte el servicio del tranvía tirado por caballos. Sus terrenos adquieren un alto valor de cambio con la construcción de atractivas y grandes viviendas,al estilo de mansiones, como la de 2 balcones en la esquina de la carrera 22 con 30 al igual que las de las familias Tamayo y Dager. También emerge la carrera 26 que se agrega a la nomenclatura de la urbe.
La zona se transforma en asiento de arrieros de burros, mulas y carretas que transportan productos agropecuarios desde el campo. Ello explica la dotación de las casas de zaguanes y amplios solares Son las rancherías que junto a las posadas y hospedajes alojaran a esos viajeros. En El Manteco se instalarán además al menos tres tiendas camino a convertirse en mayoristas.Pero es un hecho indudable el decisivo papel jugado por el Ferrocarril Bolívar en el impulso económico del sector. Pues en el lapso de las próximas cuatro décadas se transformará de un portentoso mercado mayorista.
El tradicional sector existente desde 1876 pasa a ser sitio de encuentro de nacionalidades diversas como sirios, libaneses, españoles, italianos y portugueses. Uno de estos emigrantes es el sirio Teodoro Richa quien, en la tercera década de los años 20, instala en la calle 31 una venta de radiorreceptores-
El Ferrocarril Bolívar hizo cosmpolita a Barquisimeto siendo su primera escala el sector de El Manteco. La fuerza de este medio de transporte lo convirtió en un depósito y distribuidor de una variedad de bienes mercantiles importados y a la vez los que desde allí se exportaban, entre estos los codiciados cueros de chivo.