Para el profesor Alberto García, todos los candidatos a posiciones ejecutivas en las venideras elecciones regionales generales del 21de noviembre próximo debieran presentar “propuestas culturas claras, concretas y positivas, mucho más allá de sus posiciones ideológicas, porque la cultura es una sola”.
García, ex presidente del Consejo Estadal de la Cultura (Concultura), se refería a los candidatos a alcaldes y a gobernador, al declarar para este medio de comunicación social en su condición –precisó- de integrante del denominado Frente de Cultura Comunal de esta entidad federal.
-Es decir –prosiguió–, en esta materia, los candidatos debieran tener y poner en práctica un criterio responsable, y que debe ser distinto al que actualmente tenemos, o tienen muchos, en el tema cultural.
-Debemos reconocer, sin embargo, que el mundo cultural en Venezuela ha logrado algunas reivindicaciones por sus propias luchas, pero también ha logrado el aporte de la participación empresarial.
-Los casos de la Polar, de la Bigott y de algunas aseguradoras es prueba evidente de lo antes afirmado, y, por cierto, eso ocurría en un momento en el que, por una parte, el tema artístico-cultural era apreciado por la sociedad comunal y política.
-Y, por la otra, el Estado venezolano, en todos sus niveles, había reconocido la importancia de la política cultural para alimentar el espíritu de la vida y de la convivencia en general.
Crear más que el Estado
-Actualmente –destaca-, por encima del diálogo político que se viene dando entre los diversos factores, debe emerger, desde las comunidades, un compromiso societal-cultural, debido a que la sociedad civil debe pensar y crear más que el Estado, porque lo contrario sería una dictadura.
-Por cierto que, a propósito de los 469 años de Barquisimeto, pudimos escuchar del alcalde Luis Jonás Reyes Flores que se haría una importante inversión para la creación de una biblioteca-fototeca que recoja ampliamente el legado de Tito Mendoza, de Ramón Querales y de otros artistas y creadores, incluidos pintores, teatristas, escultores, etc., e incluso de otras modalidades artísticas, lo cual nos llena de fe en la ciudad.
-Quiero resaltar que, a mi juicio, quienes vayan a diseñar y a ejecutar las políticas culturales deben en principio dejar ver una manifestación de humildad, puesto que la cultura, por naturaleza, ni se legisla ni se planifica,
-Lo que debe ocurrir es el diseño de programas y de proyectos en los que participen creadores sin distingos ideológicos, respetando la esencia de lo simbólico y de lo espiritual en una obra de arte, del tipo que sea.
Desde las comunidades
-Lo que quiero decir –añade García- es que la idea de lo antes señalado es la de impulsar, desde las comunidades, todas las iniciativas que conlleven a que nuestros niños, jóvenes y adultos hagan posible la realización de eventos culturales desde nuestras propias calles en donde vivimos.
-De esa manera, se podrá contribuir a convertir nuestra vida ciudadana en una dinámica de construcción para una felicidad armónica y respetuosa de la diversidad que somos como venezolanos, producto del mestizaje derivado de la conquista y colonización españolas.
Tras algunas explicaciones, reconoce el declarante que la llegada de nuevas tendencias artístico-musicales a través del cine, la radio y la televisión, convencional o por cable esta última, ocupa buena parte de la presencia cultural de las nuevas generaciones del continente.
-Por ello, las actividades artístico-culturales presenciales, escénicas, visuales, o de contacto directo entre artistas y su público, son la alternativa para que esa muchachada no continúe siendo dopada por paquetes de tecnología digital.
-Ello, además –recalcó finalmente-, nos convoca a todos para invertir en políticas culturales preventivas, y, sobre todo, protectoras.
Reinaldo Gómez
Foto: Cortesía J. G. G.