Alirio García tiene pernoctando a las afuera de la emergencia del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp) cerca de 15 días, en ese lapso ha estado bajo el inclemente frío de la madrugada, así como también rodeado de los zancudos que hostigan a los familiares de los pacientes recluidos en el recinto de salud.
Sin embargo, el equipo de El Informador consultó a unas cuantas personas la razón por la cual acampaban a las afuera de la emergencia, cuando el Hospital cuenta con un área de descanso para familiares llamado “Centro de la Esperanza Divina Pastora”.
Ante esa interrogante la respuestas de la gran mayoría fue: “No sabía que habían una sala de espera”, “estoy aquí, para estar cerca de mi pariente”, “tengo semanas pasando la noche aquí, y nadie me ha comentado nada”, mientras que otros argumentaron que no hay las suficientes butacas para poder descansar allí.
Escuchar esos testimonios, nos llevó a entrar a la sala de espera, construida en la gestión del exgobernador, Henri Falcón.
Aunque el área se mantiene limpia y ordenada, es inevitable observar que de las 50 butacas reclinables, solo quedan 26, de las cuales, la gran mayoría se encuentran deterioradas debido al constante uso por parte de los usuarios.
“Todas las noches se la pasa full, se entregan 18 pases para familiares de pacientes, quienes deben turnarse cada dos horas para usar uno de los muebles. Mientras que las otras ocho butacas se destinan para las mujeres con bebés recién nacidos”.
Otra de las razones por parte de los familiares para quedarse a las afuera de la emergencia, es porque muchas veces, tienen que estar atentos ante el llamado del médico, ya que se ha vuelto recurrente tener que ir a comprar las medicinas, porque no las hay en el hospital muchas veces no las hay.
Anderson Piña Pereira
Fotos: APP