Carlos Alberto Meléndez: La universidad venezolana tiene futuro < El Informador Venezuela
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Carlos Alberto Meléndez: La universidad venezolana tiene futuro

                                                Los reportes sobre las infraestructuras de varias universidades públicas son devastadores, producen un sentimiento de frustración e indignación profundo, sobre todo en quienes son parte afectiva de estas instituciones.

                                                       El drama de los profesores universitarios es noticia constante en los medios de comunicación y en las crónicas del mundo virtual, pareciera que una sombra negra y aniquiladora se ha posado sobre estas casas de estudio, donde anteriormente todo era esperanza y vitalidad juvenil.

                                               Sobre este escenario de tristezas y desilusiones  los sociólogos Yelena Salazar y Carlos Alberto Meléndez, junto con el politólogo Piero Trepccione  tuvieron la idea en el 2014 de crear un observatorio de universidades, con el objeto de hacer diagnósticos precisos sobre las siete universidades que existen en Lara, para de esta manera ubicar aéreas vulnerables y organizar capacidades para buscar su fortalecimiento.

                                                  Esta iniciativa fue cumplida con éxito tal y el proyecto tomo rango nacional, lo cual condujo a que el observatorio ha logrado mapear de manera eficiente muchas de las más importantes universidades del país, diagnosticando su realidad y aproximando soluciones en la medida de las disponibilidades de solución. Proyecto este que cuenta con el absoluto respaldo moral del Movimiento DECODE.

 SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES

La universidad es una institución cuyo origen se remonta miles de años atrás, ese largo transitar ha estado marcado por períodos de continuidad y transformación. En la actualidad el contexto plantea grandes retos y desafíos a los sistemas educativos a nivel mundial, especialmente, sobre las instituciones de educación superior, por su «condición de fuerza primordial para la construcción de sociedades del conocimiento integradoras y diversas» (UNESCO, 2009:2).

En el caso particular de las universidades venezolanas, es posible diferenciar dos fases importantes en las últimas dos décadas; la primera, inicia a partir de los cambios sobrevenidos en el país a partir de la aprobación de la Constitución del año 1999, aunado a la nueva orientación de las políticas públicas en el ámbito educativo, una fase de modificaciones drásticas con impactos importantes en la dinámica del sistema educativo nacional en todos sus niveles. Ahora bien, este largo período es interrumpido en el año 2020 por la pandemia provocada por el COVID-19, la cual marca una nueva etapa que generó repercusiones importantes en los entornos laborales comprometiendo el funcionamiento de las universidades.

Evidentemente la pandemia no solo nos envolvió en una situación inédita e inesperada, también llegó para demostrar nuestra vulnerabilidad como especie, así como, los desafíos que enfrentamos, particularmente en Latinoamérica, una región con marcadas desigualdades en la población. En efecto, es la región con las mayores y más desafiantes desigualdades socioeconómicas del mundo, según Bárcena (2021) secretaria ejecutiva de la CEPAL, la intensidad y duración de la pandemia ha evidenciado las importantes deudas en materia de igualdad y calidad de los sistemas educativos en la región, lo que compromete el avance hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente el ODS 4: Educación de calidad.

Sin duda, la crisis actual nos recuerda lo indispensable de la educación para la sociedad en todos sus niveles, especialmente la educación superior, la cual resulta esencial para que los países de la región superen los graves problemas

           EL IMPACTO DE LO ENDOGENO Y LO EXOGENO

                                      Sobre Venezuela gravitan con impiedad los factores mundiales, como el antes descrito, y con mayor rigor el drama económico que sufre el país por la aplicación de políticas colectivistas que acabaron con la remuneración laboral como plataforma de subsistencia familiar.

                                             Conscientes de estas limitaciones Carlos Alberto Meléndez y su equipo hace extraordinarios esfuerzos  por ubicar potencialidades dentro de estos escenarios donde lo deficitario es la característica que arropa el funcionamiento de las casas de educación superior. No es nada fácil esta tarea y por ello se mantiene en contante trabajo de investigación, organización y planificación, lo cual lo obliga a viajar de manera frecuente por toda Venezuela.

                                  LAS UNIVERSIDADES PREVALECERAN

                                                   Mediante profunda reflexión y previo a un análisis concienzudo de todas las variables implicadas en la investigación, el doctor Carlos Alberto Meléndez concluye haciendo un pronóstico optimista y esperanzador, las universidades venezolanas tienen futuro, un futuro promisor agrega con cara de convicción y confianza. Adelante.

Jorge Euclides Ramírez

Foto: Cortesía

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