En un desarrollo significativo en el conflicto entre Ucrania y Rusia, las Fuerzas Armadas de Ucrania llevaron a cabo un ataque con misiles balísticos de largo alcance ATACMS en la madrugada del 19 de noviembre, dirigido a una instalación en la provincia rusa de Briansk. Según el Ministerio de Defensa ruso, el ataque se produjo a las 03:25 y consistió en el lanzamiento de seis misiles.
El comunicado del ministerio detalló que cinco de los misiles fueron interceptados exitosamente por el sistema antiaéreo ruso S-400 y el sistema de misiles Pantsir, mientras que el sexto proyectil resultó dañado. Los fragmentos de este último cayeron en una instalación militar, provocando un incendio que fue rápidamente controlado. Afortunadamente, las autoridades rusas informaron que no hubo víctimas ni daños materiales significativos como resultado del ataque.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que las Fuerzas Armadas de Rusia tienen la situación bajo control, afirmando: «No tengo ninguna duda de que nuestro Ejército tiene la situación bajo control». Este ataque marca un hito en el conflicto, ya que representa el primer uso confirmado de misiles ATACMS de fabricación estadounidense por parte de Ucrania en territorio ruso.
La escalada de hostilidades y el uso de armamento avanzado como los ATACMS subrayan la creciente tensión en la región y la complejidad del conflicto, que continúa atrayendo la atención internacional. Las repercusiones de este ataque podrían influir en las estrategias militares de ambos países en el futuro cercano.
Con información RT