Olive Alayne Heiligenthal, una niña de dos años, murió repentinamente mientras dormía, el pasado sábado 14 de diciembre. Sus padres, Kalley y Andrew llamaron al 911 y fue llevada urgentemente al hospital de California, EE.UU. pero los médicos declararon su fallecimiento.
Desde entonces, el cuerpito de la pequeña permanece en la sala de patología forense, mientras sus padres, cantantes y activistas cristianos de la Iglesia Bethel, piden una cadena de oración para resucitarla. Estos días han estado llenos de fe para que Olive vuelva a la vida.
La negación, la desesperación por esta irreparable pérdida y sobre todo la esperanza en Dios, han hecho que la madre de la niña (@kalleyheili) use sus redes sociales para clamar por la resurrección de su hija, lo ha hecho todos estos días.
“El día 5 es un muy buen día para la resurrección. Nunca he estado tan agradecida por Jesús. Él es infinitamente digno de nuestro amor, confianza, fe y riesgo”, publicó este miércoles.
Muchísimas personas oran por Olive y su familia, para que encuentren la paz, y aseguran estarán siempre acompañándolos, incluso cuando el adiós para la pequeña sea definitivo.