Argentina dio rienda suelta a la alegría desde la conclusión de la final en la que su selección se proclamó campeona del mundo y la estiró durante la madrugada del lunes, sin que se registraran incidentes de gravedad pese a la magnitud de las celebraciones.
Botellas de plástico, papeles, vidrios y todo tipo de basura quedaron como testigos en las orillas de las calles más céntricas de Buenos Aires, donde se congregaron las manifestaciones de festejo por el triunfo de la ‘Scaloneta’ sobre la selección de Francia en la tanda de penaltis (4-2) después del empate 3-3 en los 120 minutos de juego.
Pese a que el Gobierno capitalino había establecido un dispositivo de limpieza para el pospartido, intentar transitar más allá de la medianoche (02.00 GMT) por los aledaños del Obelisco, principal punto de concentración de los festejos, ya fuera a pie o en vehículo, implicaba esquivar innumerables residuos almacenados en los costados de las avenidas y calles.
Con un fuerte dispositivo de seguridad, que bloqueó el acceso a las calles que rodean el icónico monumento capitalino, y pese al alto volumen de alcohol ingerido durante tantas horas de festejos, no se registraron incidentes de gravedad entre el casi millón de hinchas argentinos que se congregaron en los alrededores.
Para la noche de este lunes está prevista la llegada de la expedición albiceleste al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires, desde donde se trasladará al recinto deportivo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para pernoctar.
Aún se desconoce cuál será el nivel de los festejos oficiales, ya que el Ejecutivo sigue analizando la conveniencia o no de actos masivos y, según explicaron fuentes de Presidencia, a lo largo del lunes se definirá el tipo de encuentro entre el mandatario, Alberto Fernández, y los integrantes de la ‘Scaloneta’, reseñó Efe.