El deterioro de los servicios públicos de salud en el estado avanza cada día ante la falta de personal médico y enfermería, medicamentos e insumos así como de equipos que coadyuven a la celeridad del diagnóstico y tratamiento a los pacientes.
“Estamos haciendo una medicina prehistórica y no lo podemos tapar con un dedo”, declaró a El Informador Venezuela, Deyanira Gentile, directivo del Colegio de Médicos del estado Lara.
Del país ha migrado 7.5 millones de personas, poco más de 20.000 son médicos, muchos de ellos especialistas. Y se fueron porque “es horrible ver a los pacientes y no tener nada que ofrecerles”.
Otrora, cuando se atendía un parto, esa camilla tenía asignada una camarera que la limpiaba, la lavaba. Actualmente no hay personal que haga esa labor porque quién va a trabajar por 20 dólares que no alcanzan ni para pagar el pasaje.
A su juicio, la crisis de salud pasa por un aumento general (en dólares) de sueldo y salarios del personal desde el médico hasta el portero de manera que pueda cubrir sus necesidades. Además de, que debe contar con las herramientas e insumos para desarrollar sus labores.
En el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp) siendo un referente en la región centroccidental no dispone de ecógrafos, tomógrafo, resonador magnético y un laboratorio que funcione las 24 horas al ciento por ciento.
El médico hace un examen clínico y puede inferir pero esos exámenes, métodos auxiliares, son importantes para hacer la valoración del paciente y su posterior tratamiento, expresó.
En el caso de la embarazada que conlleve algún riesgo se debería mantener monotorizada lo que permitiria de presentarse una variación intervenir de una vez y no esperar, porque el médico tiene demasiado trabajo, dos o tres horas para volver a revisar a la paciente, pero no hay equipos.
Aun cuando el médico hace su trabajo es como si no lo hiciera, porque al extender el récipe el medicamento no está disponible en el hospital y tampoco el paciente puede comprarlo. Igualmente, no puede acceder a los exámenes de laboratorios, recriminó la galena.
Eso ha sido una denuncia constante y el Gobierno ha sido indolente ante al clamor de la gente aun cuando la salud es un derecho consagrado en el artículo 83 de la Constitución de la República de Venezuela: “la salud es un derecho social fundamental y es obligación del Estado garantizarlo.
El Estado promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios”.