La deuda financiera consolidada de la estatal petrolera venezolana PDVSA aumentó cerca del 1,2% -unos 400 millones de dólares- a 34.900 millones de dólares el año pasado, según un comunicado publicado el miércoles 19 de enero en medios del Estado.
Alrededor de las tres cuartas partes de la deuda pendiente de la estatal PDVSA a fines de 2021 estaban relacionadas con préstamos tomados por la matriz, principalmente bonos, según el comunicado publicado en el diario venezolano Correo del Orinoco.
El resto de la deuda provino de bonos y préstamos tomados por subsidiarias y empresas conjuntas, agregó.
PDVSA suspendió los pagos a los tenedores de bonos y muchos otros acreedores luego de que fuera objeto de diferentes sanciones financieras y comerciales por parte del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.
Las juntas controladas por la Presidencia Encargada de Juan Guaidó que supervisan a Citgo Petroleum, la principal filial extranjera de PDVSA, contrataron el año pasado a JP Morgan Chase & Co para explorar las negociaciones de pago con los acreedores.
En 2021, Venezuela logró frenar la caída libre de su producción petrolera, que comenzó cuando se introdujeron las sanciones en 2019, privando a PDVSA de su principal mercado de exportación, Estados Unidos. Ahora Asia se presenta como uno de los principales destinos de las exportaciones de crudo venezolano y se tiene previsto incrementar la producción para corresponder a esta deuda.