El alto costo de los alimentos golpea el bolsillo de los barquisimetanos y son forzados a reducir la compra de granos aunque éstos formen parte de la dieta diaria. Los más demandados son las caraotas negras y se cotizan a 160 bolívares por kilogramo.
La segunda en preferencia de los consumidores son las lentejas y cuestan 220 bolívares por kilo en el mercado municipal Terepaima, de Barquisimeto, estado Lara, informó María Pérez, comerciante.
“Antes vendía un saco de caraotas semanalmente y a partir de este año con el aumento constante del dólar vendo medio saco”. “Ya volviste a aumentar, se queja la gente y no entienden que la situación es complicada para todos”, porque los precios están anclados al dólar y además el proveedor cobra a “tasa de paralelo”, acota Pérez.
El kilo de quinchoncho cuesta 200 bolívares y el frijol bayo Bs. 200. Todos los productos que se expenden son de primera, acota.
Otros granos que se ofrecen en su puesto, aunque con menos rotación, son las caraotas blancas a Bs.420; caraotas roja BS 260; garbanzo Bs. 280 y frijol chino a 160, este último producto es solicitado para germinarlos y utilizado en la preparación de arroz chino, detalló.
El Informador Venezuela recorrió la calle 31 entre la carrera 21 y avenida Venezuela y el precio de las caraotas negras oscila entre 130 y 150 bolívares y las lentejas oscila entre 190 y 200 bolívares.
Elena Guarenas, consumidora, dijo que comprar caraotas todas las semanas, y como todo están muy cara. “Si hay granos en la nevera el almuerzo está resuelto, porque se acompaña con arroz, un pedacito de carne, tortilla o ensalada”.
Las lentejas rinden mucho y además se pueden preparar de distintas maneras, añadió.
María Pérez comentó que también el porcentaje de comisión por el punto de venta que ha aumentado mucho. Por una venta me cobran hasta 15 bolívares, porque la tarjeta pasa como su si fuera de crédito, refirió.
Por otro lado, se conoció que ciertamente el porcentaje de comisión depende del banco, y cobran partir de 10 %. Al mes paga hasta 40 dólares, dijo otro comerciante quien resguardó su identidad. ac