En su bosquejo, la comentada película de Jacques Audiard en el Festival de Cine de Cannes, “Emilia Pérez”, no parecería una buena idea para un filme.
Tras su estreno el sábado en Cannes, es probablemente la primera película que puede compararse sinceramente con “Sicario” y “Mrs. Doubtfire” (“Papá por siempre”), y eso es sólo el comienzo.
Zoe Saldaña interpreta a Rita, una abogada de la Ciudad de México contratada por el capo Manitas para ayudarlo a huir de México con el fin de someterse a una cirugía de reasignación de sexo. Este resulta ser el comienzo de una relación que continuará entre Rita y Emilia Pérez (Karla Sofía Gascón). Emilia regresa años después, haciéndose pasar por la hermana de Manitas, para estar cerca de sus hijos que viven con su exesposa (Selena Gomez).
Además, es un musical.
Por muy extravagante que sea su premisa, o posiblemente debido a ella, “Emilia Pérez” le dio a Cannes una sacudida a mitad del festival. Aunque no todos los críticos se han desmayado por su grandeza melodramática, hubo aplausos incluso después de la proyección de prensa de la película.
“Se me ocurrió como una especie de ópera”, dijo Audiard a los periodistas el domingo.
Audiard, el versátil cineasta francés de “Un prophète” (“Un profeta”), “De rouille et d’os” (“De óxido y hueso”) y la ganadora de la Palma de Oro de Cannes en 2015 “Dheepan”, dijo que la idea se le ocurrió por primera vez mientras leía una novela con un capítulo sobre un narcotraficante que quería cambiar su identidad. A partir de ese punto de partida, Audiard construyó una narrativa cambiante digna de una telenovela.
“Para entrar en este tipo de películas de Jacques, tienes que ser como Jacques, que está un poco loco”, dijo Gascón, entre risas.
Si bien la película cuenta con un par de estrellas conocidas con Gomez y Saldaña, Gascón es la revelación de la película. La actriz española de 52 años, que es trans, interpreta tanto al despiadado Manitas, con una placa que le cubre los dientes, como a la benévola y burbujeante Emilia. Los dos papeles tienen presencias sorprendentemente físicas.
“Al principio fue difícil. No quería interpretar el papel de Manitas. Sólo quería interpretar el papel de Emilia. Tardé varios meses en convencerme de que podía hacer las dos cosas”, dijo Gascón. “En un momento dado, no sabíamos quién interpretaría a los dos personajes y luego se hizo bastante obvio que sería yo”.
Por audaz que pueda sonar “Emilia Pérez”, resulta notablemente sincera. La película, que reflexiona sobre cuestiones de cambio personal, sigue a Rita y Emilia a lo largo de los años y en varios países. Las canciones fueron compuestas por la estrella pop francesa Camille; Clément Docul hizo la partitura; y Gomez tiene un momento frente al micrófono en un bar de karaoke.
Gascón dijo el domingo que esperaba que Emilia fuera vista no sólo como un personaje trans.
“Las personas trans deben ser tratadas como cualquier otra persona. No soy ni mejor ni peor que nadie. Creo que hay que tomarnos por lo que somos”, dijo Gascón. “Tenemos nuestro cuerpo y se nos permite cambiarlo porque queremos”.
Los saltos narrativos y las yuxtaposiciones tonales de “Emilia Pérez” pueden ser mucho para algunos, pero para Audiard, eso fue gran parte de la atracción.
“Algo me impacta profundamente de México: todos estos problemas de personas desaparecidas. Hay regiones enteras a las que no se puede ir porque no son seguras”, dijo el director. “Quería hacer un musical. Entonces, ¿por qué no en el contexto de una tragedia?”.
AP