El presidente Donald Trump tuiteó «Irán cometió un error muy grande” al derribar un dron de Estados Unidos, lo que incrementó las tensiones y las menciones de un posible conflicto abierto en medio del forcejeo por la salida de Washington de un acuerdo nuclear internacional y las sanciones económicas que afectan duramente la economía iraní.
Washington culpa a Teherán por ataques recientes a naves de terceros países, pero el derribar el dron fue el primer ataque directo iraní contra Estados Unidos.
La Guardia Revolucionaria de Irán dijo que el dron fue derribado sobre el espacio aéreo iraní. Por su parte, el mando militar estadounidense denunció que el “ataque no provocado” fue realizado sobre aguas internacionales del estrecho de Ormuz.
El senador republicano, Lindsey Graham, quien recibió información clasificada sobre Irán el jueves, desestimó que la afirmación del presidente Trump sea una provocación: «Lo que es provocativo es derribar el dron” afirmó.
“Los iraníes no solo respondieron con una provocación oral sino que al mismo tiempo atacaron un buque cisterna japonés”, expresó Graham en alusión al ataque al Kokuka Courageous, un buque japonés que transportaba metanol saudí en el golfo de Omán, sin embargo, Irán ha negado participación en el incidente.
Trump ha dicho reiteradamente que Estados Unidos no quiere una guerra en el Medio Oriente, pero varios legisladores reaccionaron rápidamente ante esa posibilidad.
La presidenta de la cámara baja, Nancy Pelosi, opinó que ni Trump ni el pueblo quieren una guerra con Irán. Estados Unidos debe proteger sus intereses de manera “fuerte y estratégica”, pero “no puede ser temerario”, añadió.
Con Información de AP