La industria venezolana está trabajando a un 75 por ciento de ocio, es decir, que cada empresa tiene a sus trabajadores allí en su local, pero solamente laborando a un 25 por ciento de su producción, debido a que la demanda actualmente es poca, “pero siempre preparada para el momento en que se incremente esa demanda”.
Quien de esa manera se expresó fue el ingeniero Joel Segura, presidente de la Cámara de Industriales del Estado Lara (Cilara), en rueda de prensa en la que la acompañaban Honorio Ferrer, también directivo gremial, y Luis Marín, asesor empresarial.
Explicó Segura que la situación antes descrita deviene del hecho de que, en la actualidad, es muy poca la demanda existente en el mercado industrial, razón por la cual se produce el estado de cosas por él señalado.
Al solicitársele una mayor explicación al respecto, precisó que “lo que quiero decir, para expresarlo en forma práctica, es que las empresas tienen allí a su plantilla de trabajadores, pero solamente trabajan, o producen, a un 25 por ciento de su capacidad”.
–Entonces, cuando la demanda se incrementa, o si llegase a incrementarse, como puede ocurrir, pues sencillamente se involucra la capacidad que se requiera para producir el pedido, o lo solicitado.
Abundando en detalles, reconoció que “lo que pasa es que, ahora, el poder adquisitivo de la gente, del venezolano, es muy bajo, razón por la cual, subsecuentemente, su capacidad de compra es muy baja”.
También indicó que hay en este momento situaciones que están afectando igualmente al sector industrial, como el problema del desabastecimiento de combustible y el deficiente servicio de electricidad.
¿Y lo del agua…?
–Bueno, para que veas: Más bien lo del agua, si bien es ciertamente otro problema, quizás es más manejable que los otros, debido al hecho de que la falta del preciado líquido se puede obviar, o aliviar, por ejemplo, mediante la adquisición de agua de camiones cisternas.
También refirió que algo que igualmente requiere la industria al momento, lo es lo del financiamiento, “y, además, con un encaje legal del 90 por ciento, pues eso dificulta en extremo la financiación del sector”.
–En general –apuntó finalmente–, se requieren políticas económicas que estimulen la capacidad de producción de nuestro sector.
Gráfica: Julio Colmenárez