Uno de los abogados del asesor financiero de Donald Trump declaró el lunes ante un juez que “hay fuertes razones para pensar” que habrá más cargos contra la compañía del expresidente estadounidense a medida que avanza una investigación en su contra.
Bryan Scarlatos, abogado de Allen Weisselberg, hizo sus declaraciones en la primera comparecencia judicial de Weisselberg desde el 1 de julio, cuando acudió a responder cargos de fraude financiero.
En semanas recientes, otros ejecutivos de la Trump Organization han ofrecido testimonios ante un jurado investigador, que a puertas cerradas está evaluando declaraciones y evidencias.
La Fiscalía General de Manhattan, que está a cargo de la pesquisa, se negó a formular declaraciones.
“El señor Weisselberg es una entidad aparte de la Trump Organization. Es el único individuo cuya libertad está en juego”, enfatizó Scarlatos.
“Lo que me temo es que él se convertirá en el daño colateral de una disputa más amplia entre la fiscalía y la Trump Organization”, añadió.
Scarlatos mencionó la posibilidad de causas adicionales contra la corporación al pedirle al tribunal más tiempo para revisar unos 6 millones de documentos que la fiscalía ha compartido como evidencias.
Revisar esa evidencia, afirmó Scarlatos, es “una tarea hercúlea” y la posibilidad de más cargos lo convierten en “un objetivo móvil”.
La fiscalía señaló sin embargo que los documentos no deben sorprender a Weisselberg ya que son en su mayoría registros financieros de la Trump Organization que él mismo redactó o revisó.
El juez Juan Manuel Merchan dio a ambas partes tiempo hasta la primavera del año próximo para presentar sus mociones y respuestas, y avisó que tomará una decisión el 12 de julio del 2022, la próxima audiencia judicial programada para Weisselberg.
Merchan vaticinó que en ese momento fijará fecha para el juicio, y que probablemente será en agosto o septiembre del año próximo.
“La razón que lo menciono es porque está en el radar de todos, no tengo una fecha exacta todavía”, añadió.
Weisselberg se ha declarado inocente de cargos de que recibió más 1,7 millones de dólares en pagos extraoficiales, como por ejemplo para pagar su alquiler, su vehículo o matrículas escolares.
La compañía de Trump también ha sido acusada en el caso, que la fiscalía califica de un “amplio y audaz” esquema de evasión de impuestos.
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