Dixon Gabriel Manzano, migrante venezolano que trabajaba en una finca de Ubaté (Colombia), se convirtió en un héroe local luego de rescatar a un bebé que sobrevivió a un accidente aéreo.
Dixon cuneta que vio a la aeronave volar a poca altura y posteriormente chocar contra unos árboles de la finca. Recordó que sin pensarlo dos veces, salió corriendo al sitio del siniestro para ver si había heridos.
Allí encontró a un bebé tirado en el piso, llorando y gritando muy fuerte. Otras personas llegaron al lugar y le dijeron a Dixon que no interviniera porqué ‘podía ir preso’.
Pero el venezolano no se pudo contener. Lo revisó un poco, vio que tenía moretones y heridas pequeñas en la cabeza, pero estaba bien. Solicitó a los ‘mirones’ llamar a una ambulancia de forma inmediata.
Con el pequeño en brazos, Dixon Gabriel se acercó a los otros pasajeros. Eran Nurys Masa, la niñera, quien no respondió. Le habló a Mayerly Díaz Rojas, la madre, a quien le vio los ojos abiertos, le dijo que aguantara, que el niño estaba bien. Dice que la mujer alcanzó a mover un poco sus manos. El doctor Fabio Grandas, un reconocido especialista en trasplantes de riñón, había quedado con las manos apretadas en el timón de mando.
Narró que llegó un joven de la comunidad que trajo un botiquín, intentaron ponerle unas vendas en las piernas al bebé. Al poco tiempo se presentó el dueño de la finca donde cayó la aeronave y el pequeño fue llevado al hospital de Ubaté.
Luego trasladaron al pequeño Martín de Ubaté a la Fundación Santa Fe, en Bogotá. Allí, a pesar de los traumas sufridos en cráneo, tórax y estómago, dijeron que se encontraba estable.