Rusia reportó 1.028 decesos por Covid-19 en las últimas 24 horas, la cifra más alta en el país desde el inicio de la pandemia. Esto elevó el total de fallecidos a 226.353 personas, lo que sitúa al país como la nación más afectada del continente.
Ante el aumento de las infecciones y las muertes, la viceprimera ministra, Tatyana Golikova sugirió declarar un periodo no laborable a partir del 30 de octubre, y ampliarlo a la semana siguiente, cuando cuatro de los siete días ya son feriados estatales. La propuesta necesita el visto bueno del presidente, Vladimir Putin.
La mortalidad por el virus lleva semanas al alza y superó las 1.000 personas diarias por primera vez durante el fin de semana, ante la baja tasa de vacunación, el escaso cumplimiento de las precauciones de seguridad y las reticencias del gobierno a endurecer las restricciones. Unos 45 millones de rusos, el 32% de sus cerca de 146 millones de habitantes, recibieron ya las dos dosis de la vacuna.
Aunque Rusia fue el primer país del mundo en autorizar una vacuna contra el coronavirus en agosto de 2020 y hay plena disponibilidad, los rusos han mostrado reticencias hacia ellas, un escepticismo que se atribuye a los mensajes contradictorios de las autoridades.
Hasta ahora, el Kremlin ha descartado decretar un confinamiento nacional como el impuesto al inicio de la pandemia, que supuso un fuerte revés para la economía y erosionó la popularidad de Putin, pero ha instado a las autoridades regionales a proclamar medidas en función de su situación.