Habitantes de varias zonas de Cumaná indicaron que la falta de mantenimiento de drenajes provocó la inundación de sus casas en poco más de tres horas de lluvia. En Anzoátegui, alrededor de 1500 viviendas están anegadas por el desborde del río Unare.
Regiones. Las fuertes lluvias caídas en el país, que han provocado desastres al centro y occidente de Venezuela, también han dejado miles de damnificados y zonas incomunicadas en los estados Sucre y Anzoátegui, al oriente del país.
Poco más de tres horas de lluvia, en la tarde del miércoles 19 de octubre, perjudicaron varias comunidades vulnerables de Cumaná, a raíz del desborde del río El Tacal, en el municipio Sucre.
La crecida del cauce ocasionó la inundación de zonas rurales y agrícolas como El Tacal I y II, la Montañita y Barbacoa, además de los sectores Puerto España, Boca de Sabana e Inan Campeche. En Cumanagoto, el caño que traviesa la zona también se desbordó.
Calles y avenidas, como la Universidad y Carúpano, se anegaron en medio del fuerte aguacero. Pese a ello, habitantes del sector Ezequiel Zamora cerraron la avenida Andrés Eloy Blanco de la capital sucrense para protestar por la falta de servicio eléctrico desde hacía tres días.
Residentes de Cantarrana indicaron que la comunidad se inundó, debido a la falta de mantenimiento de los drenajes por parte de las autoridades municipales.
Funcionarios de Protección Civil y la Zona Operativa de Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (Zoedan) evalúan las afectaciones provocadas durante esta temporada de ondas tropicales en el territorio venezolano.
Paso restringido en Anzoátegui
Durante la mañana de este jueves 20 de octubre, el gobernador de Anzoátegui, Luis José Marcano, indicó que se restringió el paso por la carretera nacional Troncal 9, entre las poblaciones de Boca de Uchire y Clarines, por el desbordamiento del río Unare.
Quienes viajen por la carretera que conecta Caracas con el oriente del país, deberán transitar por la vía alterna que atraviesa el sector Aguas Calientes.
Las poblaciones de Onoto y Clarines, ubicadas en zona centro-oeste de Anzoátegui, están prácticamente bajo el agua tras el desborde del río Unare, debido a las lluvias que han caído en la zona desde principios de octubre.
El aumento en el nivel del cauce del río Unare mantiene en alerta a los directores del hospital Dr. Antonio J. Rondón Lugo, de Clarines, que en previsión de una posible anegación de este centro asistencial tipo 1, mudaron la sala de parto al área de quirófano del Centro Diagnóstico Integral (CDI) Hermanos Pasquier.
Autoridades indicaron que en Clarines, alrededor de 1500 casas quedaron inundadas a consecuencia de las lluvias y 600 familias han perdido sus enseres.
Fuente: Crónica Uno