En 1965 habían transcurrido 3 décadas de la apertura de la Escuela de Artes Plásticas Martín Tovar y Tovar en Barquisimeto con su legado pictórico del academicismo. Entonces ya se manifestaba un agotamiento de aquel modelo de enseñanza del arte surgiendo la pugna por el cambio por parte de sus alumnos.
El líder de aquel renovador movimiento es un joven nativo de Barquisimeto. Su padre se desempeña como agricultor y periodista corresponsal de El Impulso, en Chabasquén, estado Portuguesa. Se trata de Servideo López Sánchez quien ingresa a la institución a principios de la década de 1960 cuando el país abrazaba la democracia liberal como forma de gobierno.
Tras egresar de la EAPMTT López forma parte del Grupo Cultural Espiral y luego El Tonel. Ambas agrupaciones populares en el ámbito de la contracultura con propuestas transformadoras y desafiantes más allá de lo confesional en materia de arte.
Un ejemplo es una exposición pictórica en el Cementerio Bella Vista organizada por el Grupo Cultual Espiral que sacude a la capital larense. Ambos grupos son semilleros de nuevos vientos artísticos.
Al igual que los otros alumnos de la EAP, López viene de las experiencias con el paisajismo, retratismo y la figuración plástica. Pero es de los primeros en romper con esos tradicionales cánones de la pintura larense.
Es cuando va al encuentro de lo más avanzado de la plástica universal por medio de las maquinas que pinta a su manera. Esa corriente la suscribe con Esteban Castillo quien lo trae luego de un viaje a EEUU.
En esa época la exploración y conquista del espacio sideral conlleva a una furiosa lucha entre EEUU y la desaparecida Unión Soviética. Cada uno exhibe manera de trofeos de guerra lo mejor de su tecnología con el lanzamiento de satélites artificiales, entre estos el famoso Pájaro Madrugador de EEUU y el Sputnik de la URSS.
En consecuencia, la carrera espacial impacta el mundo del arte, entre estos el de la pintura por medio de la robótica o máquinas en oposición radical a la naturaleza en sus variadas manifestaciones.
Servideo López, tras desempeñarse primero en los parámetros del arte figurativo, da un atrevido salto adelante. Ocurre cuando pasa a desenvolverse en los quehaceres del maquinismo a la vanguardia de la plástica contemporánea.
Así pues, en el lapso comprendido entre 1965 y 1967 López experimenta a fondo con esta corriente de la plástica. Un hecho que lo convierte en un pintor de vanguardia en la localidad. En ese lapso presenta las exposiciones Los Habitantes y Los Habitantes ante las Máquinas, las cuales causan revuelo en el ambiente cultural de Barquisimeto.
A mediados de 1967, antes de viajar a Francia, lanza la muestra Los Habitantes y las Máquinas en la Casa de la Cultura de Barquisimeto, recién inaugurada y dirigida por Auricda Antequera de Pauli, activista cultural de AD.
Aquel constituye un acontecimiento artístico por lo novedoso que sorprende al público y la crítica que acoge favorablemente la propuesta de López. El periodista y cronista de la ciudad Hermann Garmendia es uno de los que saluda gratamente el evento en su columna El Camino y el Espejo en el diario El Impulso.
Pintar figuras monstruosas, estrambóticas, voluminosas y grotescas representa la simbología de la rebeldía del artista ante el establecimiento. Pues se trata de un hombre políticamente de izquierda con un intenso activismo en la EAPMTT que lo erige en un líder.
Es el mensaje contestatario que contienen sus obras con el clamor por la renovación del programa de enseñanza de la institución en la que se desempeña como profesor con un sueldo de 400 Bs.
El rebelde pintor Introduce impactantes cambios en lo estético y técnico de la obra al deslizar un nuevo lenguaje plástico aunado a un audaz mensaje. Eso es apreciable en la serie de las maquinas. Contra la corriente se atreve a transgredir los patrones estáticos de la plástica regional sumida principalmente en el paisajismo.
Para ello despliega con soltura los colores primarios y cálidos excitantes y aproximativos al ojo humano con lo cual acentúa el detonante mensaje implícito en el contenido y forma. Otras veces recurre al blanco manifestación de contrate con lo cual suaviza a la vista el mismo, aunque la intención no se altera.
La degradación de los colores la logra por medio de tonalidades fuertes para así materializar el efecto visual del objetivo planteado.
Evidencia capacidad para concentrar los elementos conformadores de la obra. Ello sin ceder a la tentación de la impulsividad y espontaneidad cuando recurre a elementos decorativos como círculos, cuadrados, surcos y otros, surgidos sobre la marcha. En ese sentido guarda un riguroso orden propio de un planificador.
Además domina con destreza los principios pictóricos del dibujo, color, leyes de la decoración y géneros.
En esas obras el joven artista retoza con trazos del cinetismo no visto antes en el ámbito de la plástica local y evidencia del cambio. La rebeldía y disconformidad ante lo hermético y convencional de una manera de pintar desde 1936.
Esta es pintura contraria a la belleza de la naturaleza la cual evade deliberadamente. Pero curiosamente denuncia la deshumanización y pérdida de libertad. Es una desafiante y audaz manera de denunciar el poderoso establecimiento sociopolítico que a partir de la Revolución Industrial incide en la vida del hombre con las máquinas.
Pese a tratarse de creaciones en las que predomina una atmosfera explosiva, el autor concentra ordenadamente sus elementos evitando la dispersión, a veces expresión de la espontaneidad impulsiva.
Fue tal la pertinencia de su plástica que otra de las exposiciones la presenta con un afiche escrito con la interrogante frase: ¿Cómo pinta Servideo? La expresión tenía la fuerza de un gancho publicitario calando en la calle. Aun el cronista Hermann Garmendia se hizo eco de la misma visto que se trataba de un acaecer cultural inusual en Barquisimeto.
Esa forma de abordar la obra plásticas no se había visto antes en Barquisimeto, constituyendo un verdadero acontecimiento de avanzada. En Caracas había ocurrido en 1948 con el Grupo de los Disidentes que trajo el arte abstracto al país.
Ese hecho lo convierte en una figura clave del proceso de cambio en la pintura larense en el lapso de 1965-1967. Es, sin duda, un pionero de su renovación.
Pero esa mutante actividad cesa cuando en 1967 decide trasladarse, junto Esteban Castillo, a Francia a seguir estudios. Entonces surge la interrogante: ¿Qué hubiera pasado si sigue adelante con ese innovativo proceso artístico?
Pero su audaz ademán tomaría forma a partir de 1970 cuando la EAPMTT asume otro pensum de estudio con Simón Gouverneur en su dirección. Realmente, no aró en el mar.
Freddy Torrealba Z.
@freddytorreal11
LA