ICOLT / Ni analistas ni organismos multinacionales, quizá ni el mismo gobierno venezolano, han precisado las cifras con las cuales la economía nacional cierra este 2018. Lo que sí se sabe, y no tiene discusión, es que no son buenas.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), difundió este jueves un documento en el cual analiza las perspectivas económicas de la región.
Aún cuando advierte un escenario de mayores incertidumbres mundiales, pronostica un crecimiento general para la zona, de 1,7%.
Obviamente hay excepciones, y todo dependerá –dice el documento- de cuán expuestos se encuentren los países en términos de sus necesidades y perfiles de financiamiento externo.
Son variables a las cuales está expuesta Venezuela y que han sido determinantes en los resultados al cierre de este año en el que tuvo el “peor desempeño económico de la región”, sostiene la Cepal.
Si bien concluye de esa manera, es notorio que algunas cifras que adjudica a la nación caribeña, están por debajo de las pronosticadas por organismos como el FMI y agencias de análisis de riesgos.
Es el caso de la contracción del Producto Interno Bruto, la cual la Cepal proyecta en 15%, cuando el FMI lo hizo en 18%.
En tanto, los datos aportadas por Reuters, agencia británica especializada en economía, basados en fuentes del BCV, dan cuenta de un decrecimiento de 16,6%.
Pero según la agencia de servicios financieros Bloomberg, las autoridades venezolanas admiten que la economía se contrajo 15,7%, y que es el cuarto año consecutivo de recesión.
Actualmente el Fondo Monetario Internacional evalúa los datos económicos que le aportó Venezuela el pasado 20 de noviembre. Luego de varios años sin suministrarlos, aceptó hacerlo ahora tras un voto de censura del organismo que podía causar su expulsión del mismo.