Para el abogado Roberto Sánchez, ex candidato a la Alcaldía del Municipio Iribarren, “las nuevas, exorbitantes y odiosas tarifas” que la empresa Fospuca puso en vigencia, “con el visto bueno de la Alcaldía del Municipio Iribarren”, son ahora “una nueva pandemia a la que los comerciantes iribarrenses tienen que enfrentar”.
Quiso referirse de esa manera Sánchez a la actual situación de conflicto, que ya lleva varias semanas, entre la alcaldía y tales comerciantes, que han estado denunciando públicamente las “draconianas tarifas” puestas en vigencia por la antes citada empresa Fospuca, para la recolección de los desechos sólidos a nivel comercial.
Quiso destacar el dirigente político que muchos de esos comerciantes han denunciado que les han pasado facturas que llegan incluso a los 1.500 dólares mensuales, “porque, de paso, les están cobrando es en dólares”.
–Pero es que hay algo más triste y más lamentable todavía, si es que valen los términos: Resulta que la fijación de tales tarifas cuenta con el aval, o con el visto bueno, de la Alcaldía del Municipio Iribarren.
–Es decir, que la alcaldía de Iribarren se ha colocado al servicio pleno de una empresa privada, para que ésta se lucre desproporcionadamente de la noche a la mañana.
–¿Y por qué no se hace aquí como lo está haciendo el alcalde caroreño, Javier Oropeza, en estos primeros días de su gestión, que ya está procediendo a refaccionar algunos camiones recolectores de basura, para ponerlos en actividad?
–¡Ah, y, de paso, ahora resulta que, según denuncia de ellos mismos, los amenazan con no otorgarles las patentes de comercio, si no “se ponen al día” con estos pagos onerosos de Fospuca! Simplemente, un vulgar chantaje.
–Ahora bien, y por qué este burgomaestre –me refiero a Luis Jonás Reyes Flores–, que dice ser un alcalde del pueblo, no se sienta conversar con los comerciantes, que es lo único que ellos piden, para tratar de llegar a un acuerdo en esta materia…
–Ejercer la autoridad –dijo finalmente Sánchez— no es ser arbitrario, sino que es tener la suficiente sensatez y disposición de diálogo para lograr acuerdos que satisfagan a ambas partes, previo reconocimiento de que a Fospuca se le pasó la mano, y bastante, en cuanto a la fijación de tales tarifas…
Reinaldo Gómez