Moscú y Teherán han comenzado una asociación estratégica integral. El acuerdo con una duración de 20 años fue firmado el viernes 17Ene por el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, y el presidente ruso Vladimir Putin.
Rusia e Irán, cuyas economías están lastradas por las restricciones que implican las sanciones de EEUU y Europa, han trabajado por un acercamiento acelerado en los últimos años.
De allí que el acuerdo, que sustituye el firmado en 2001, abarca diversas áreas: económica, comercial, energética, científica, tecnológica, así como militar. El documento prevé la posibilidad de prorrogarlo cada 5 años.
Rusia e Irán han acordado no firmar acuerdos con terceros países que sean contraproducentes para la otra parte, y no permitir el uso de su territorio para violar la soberanía de la otra nación.
La cooperación militar entre ambos países incluirá el intercambio de delegaciones, realización de ejercicios militares conjuntos, intercambio de datos de inteligencia e intercambio y capacitación de personal militar.
En el área comercial, se contempla la cooperación en el sector petrolero y la posibilidad de construir centrales nucleares en Irán, a donde también llegaría un eventual gasoducto con un potencial de suministro de 55.000 millones de metros cúbicos al año.
Todas las operaciones comerciales usarán monedas nacionales y se hará un trabajo conjunto para conectar los sistemas de pago de ambos países.
“Debemos trabajar juntos para que el enemigo no pueda invadirnos fácilmente, destruirnos y marcharse. El enemigo no debe tener ilusiones sobre el hecho de que puede manejarse con nosotros sin esfuerzo”, dijo el mandatari iraní.
Por su parte, Putin calificó el acuerdo como un contrapeso a los «dictados» de Occidente y como una herramienta para fortalecer el ‘orden mundial multipolar’ .
En junio de 2024, Rusia también firmó un acuerdo de asociación estratégica integral con Corea del Norte, el cual establece «una ayuda militar inmediata» en caso de agresión armada por parte de un tercer país.
Putin y Xi reivindican sus buenas relaciones al margen de la actual «situación global»
Los presidentes de Rusia y China, Vladimir Putin y Xi Jinping, respectivamente, han mantenido este 21Ene una reunión telemática en la que han aprovechado para defender que sus relaciones son «autosuficientes», independientes de una «situación global» que previsiblemente vendrá marcada a corto y medio plazo por el retorno del magnate republicano Donald Trump a la Casa Blanca, informa EUROPA PRESS.
Ambos líderes han coincidido en que las relaciones entre Moscú y Pekín se basan en un «amplio» conjunto de intereses y en «la amistad, la confianza y el apoyo mutuos», según los extractos difundidos por el Kremlin y en los que no se alude de manera directa a ningún acontecimiento internacional.
Putin ha resaltado que, junto a Xi, aboga por un orden mundial «multipolar» y más «equitativo» y ha apuntado que China y Rusia desempeñan un papel «estabilizador» en este marco teórico, de cara a un 2025 en el que se conmemorarán los 80 años de la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
«No podemos permitir que la ideología del fascismo, el nazismo y el militarismo vuelva a asomar la cabeza», ha advertido el mandatario ruso, que ha apelado a la «verdad histórica» y a la colaboración con países afines.
En materia económica, Putin ha resaltado que 2024 fue un año «fructífero», como lo demostraría el repunte del 7 por ciento en los intercambios comerciales. China es el principal socio comercial y también el principal consumidor de sus recursos energéticos rusos –según el Kremlin, Rusia es el principal suministrador a China de gas y de petróleo–.