Con el término “ostomía” se define una intervención quirúrgica que culmina con una abertura de salida al exterior en la pared abdominal de una persona, bien sea hombre, mujer, niño o niña, mediante la cual se coloca en esa abertura la punta de algún órgano hueco ubicado dentro del cuerpo humano, como el intestino, por ejemplo, o entre dos de tales órganos huecos.
Una vez hecha la abertura, debe colocarse allí, temporalmente en principio, una bolsa de plástico ya adaptada médicamente para ello, a objeto de que, por allí, la persona intervenida pueda evacuar las heces, ya que la intervención misma elimina mientras tanto la posibilidad de hacerlo en forma natural, es decir, por el ano.
Y, por lo general, en cuanto a este tipo de intervención quirúrgica, los más vulnerables, por muchas razones, son las personas de más bajos recursos, debido a que se hallan realmente imposibilitados de acceder a la cirugía privada.
Y se hallan imposibilitados porque la misma es bastante costosa, no solamente en la cuestión médica propiamente dicha, sino también en cuanto a la dotación de los insumos apropiados para ello, y, luego, a los costos posoperatorios de la misma.
Todo lo anteriormente expresado –palabras más, palabras menos- es la opinión del doctor Marcial Daza, ex director del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”, de Barquisimeto, y actual jefe del Servicio de Cirugía del mismo.
De inmediato, nuestro interlocutor apunta que, en algunas ocasiones, dependiendo de la complejidad de la afección y de la intervención misma, el cirujano debe practicar un estoma.
El estoma es la abertura misma que se practica en la pared abdominal del paciente.
Así, intervenciones por enfermedades como el cáncer de colon, cáncer de recto, diverticulitis con peritonitis intensa, infartos intestinales, traumatismos (golpes) graves, disparos, heridas punzocortantes (puñaladas), accidentes de tránsito, problemas anales complejos, pueden requerir de estomas digestivos que suelen ser temporales.
Casos de por vida
No obstante, sí hay, lamentablemente, algunas ocasiones –aun cuando menos frecuentes- en que las personas intervenidas deben llevar la ostomía, con su respectiva bolsa, en forma definitiva, es decir, de por vida.
Estas situaciones suelen darse en casos tales como cáncer de recto bajo, ya avanzado; tumores complejos del ano, colitis ulcerosa complicada, etc.
Dependiendo del órgano en el cual se practique, cada ostomía tiene su denominación.
Así, la cirugía del colon se denomina colostomía; la del yeyuno, yeyunostomía; la del íleo, ileostomía, y la de la vía urinaria, urostomía.
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En este punto, nuestro entrevistado no quiso dejar escapar un detalle pequeño, pero tal vez muy importante.
-La persona ostomizada viene a ser un paciente sometido a una situación emocionalmente negativa y estresante, “porque una ostomía implica -en algunos casos más, en otros, menos- un fuerte impacto que abarca diferentes esferas de la vida de ese paciente, como lo social, lo familiar, lo sexual, lo laboral, etc.
-Y, para paliar estos efectos, debe contarse con la presencia activa de un equipo sanitario multidisciplinario.
Y yendo específicamente a lo médico-social, preguntamos al doctor Daza si existe tardanza en el HCUAMP para intervenir a este tipo de pacientes, y su respuesta fue:
-En nuestro primer centro asistencial, se opera en general a un estimado de 1.000 (mil) pacientes mensuales, entre intervenciones de urgencias e intervenciones electivas.
-Y una de las razones fundamentalespara que haya atraso en las intervenciones quirúrgicas para este tipo de pacientes es el hecho de que no tememos personal suficiente de enfermería y de anestesiología para abrir, mañana y tarde, los pabellones disponibles, que actualmente son 12, de 20.
Valga señalar que, en el HCUAMP, la deuda quirúrgica de todas las especialidades era, para diciembre del 2020, de 700 pacientes, únicamente en electivas y no oncológicas, pero siempre se le da prioridad a las cirugías de urgencia y a las de casos oncológicos.
Potenciales soluciones
¿Cómo resolver en este momento los casos de los pacientes que llevan largo tempo en espera de una cirugía?, le preguntamos, y respondió:
-Hay varias propuestas, algunas de ellas con cierto rechazo, pero yo digo: O hacemos algo, o simplemente vamos aseguir resolviendo cosas sólo puntualmente.
-Primera propuesta: Que se reactive el Plan Génesis que existió en el nosocomio local desde el año 2006 al 2009, mediante el cual se le garantizaban al paciente los insumos respectivos, y se le asignaba al personal médico y de enfermería un incentivo por paciente.
-Segunda: Que se reactive un sistema similar al de la desaparecida Oficina Recuperadora de Costos, que existió entre los años 2000 y 2002, y en la que se recibían colaboraciones para pagar o reparar los equipos médicos que se dañaban, así como también se adquirían los insumos necesarios para cada cirugía.
-De aceptarse esta propuesta, sugerimos que sea Fundasalud o una fundación puntual la que se encargue de recibir y de administrar dichos recursos, que pueden provenir de los propios pacientes, de colaboradores voluntarios, de empresas privadas o de instituciones del sector público, como alcaldías y gobernaciones, por ejemplo.
-Tercera: Ya indiqué anteriormente que una de las fallas –o carencias- más acentuadas en el HCUAMP en cuanto a las cirugías es la falta de anestesiólogos y de enfermeras.
-Al respecto, propongo que se ponga en práctica un formato de grupos, de manera que laboren un anestesiólogo, dos enfermeras, un camillero y una enfermera por pabellón.
-Así, con los aportes recaudados, se cancelaría a todo ese personal un incentivo para transporte y alimentación, incentivo que pudiera oscilar entre 30 y 50 dólares por cada paciente, y que esos recursos sean repartidos equitativamente entre todo ese personal.
-Es decir, entre cinco y diez dólares por paciente para cada uno de ellos, y estoy seguro de que así solucionaríamos en un ciento por ciento la situación de tales pacientes, a un costo insignificante para cada uno de ellos.
-Cuarta:Que las empresas aseguradoras de instituciones públicas, como, por ejemplo, la CANTV y el Ministerio de Educación, así como también las de empresas privadas, aporten recursos a nuestro primer centro asistencial cuando sus asegurados sean allí atendidos.
-Es que no terminamos de entender todavía cómo, o por qué, las aseguradoras corren con el pago a clínicas privadas cuando tales pacientes asegurados son atendidos en las mismas, pero no aportan ni un céntimo al HCUAMP para reponer los gastos cuando esos mismos pacientes reciben atención en este último.
Valga señalar que, cuando un paciente es objeto de una ostomía, especialmente cuando el corte para la abertura abdominal es en cualquier parte del intestino, ese paciente debe cargar la bolsa anexa durante cierto tiempo –días, semanas o meses-, tiempo que será determinado por el médico tratante.
Los costos
Al preguntársele al doctor Daza si hay un estimado del costo de una intervención privada para practicar una ostomía, o para restituir o reconectar esa parte cortada del intestino para que el paciente pueda volver a defecar por vía anal, respondió:
-Dependiendo de la condición misma del paciente, esa cirugía puede tener un costo que oscila entre 3.000 y 5.000 dólares, y allí se incluyen dos horas promediode pabellón para la cirugía, y entre tres ycinco días de hospitalización.
-Ahora, fíjate tú: Si divides esos 5.000 dólares entre 50 que he sugerido se le pague como incentivo al personal de cada cirugía en el HCUAMP, se podría intervenir a 100 pacientes con los mismos recursos con que se opera un paciente en una clínica privada.
Extenso currículo
Valga destacar que el doctor Marcial José DazaFréitez –ése es su nombre de pila-posee un muy extenso y muy calificado currículo médico y profesional.
No obstante, por razones de espacio, nos limitaremos a señalar que nació en Sanare, Estado Lara, el 20de octubre de 1973, y que se graduó en la Universidad de Carabobo, en Valencia, en el año 1999.
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Se desempeñó como director del HCUAMP, y actualmente es el jefe del Servicio de Cirugía del mismo.
Es docente del Decanato de Medicina de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” (UCLA), de Barquisimeto.
Y, desde el año 2013, se desempeña como presidente de las Jornadas y Congreso Pineda, de Barquisimeto, uno de los foros médico-científicos anuales más prestigiosos del país.
Reinaldo Gómez
Fotos: Getty Images/@angelzamb11