El obispo argentino Gustavo Zanchetta, uno de los responsables de administrar el patrimonio del Vaticano, se sentó el lunes ante un tribunal argentino en la primera audiencia del juicio oral en su contra por el presunto abuso sexual de dos seminaristas cuando se desempeñaba al frente de un obispado en la provincia norteña de Salta.
Zanchetta está acusado de abuso sexual simple continuado, agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso reconocido, en perjuicio de dos jóvenes. Casi 40 testigos fueron citados a declarar en el proceso que se extenderá hasta el viernes 25. Luego el tribunal fijará una fecha para dar su sentencia.
La prensa no tiene acceso a las audiencias para preservar la identidad de las víctimas. Según el Ministerio Público de Salta, en esta primera jornada declararon Zanchetta y dos de sus presuntas víctimas.
El obispo argentino se desempeña como asesor en la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, cargo para el que fue designado por su compatriota el papa Francisco a fines de 2017 cuando la Iglesia católica ya tenía conocimiento de las graves denuncias contra el religioso.
El caso tomó trascendencia pública a principios de 2019 con un informe del diario El Tribuno de Salta sobre el supuesto comportamiento inadecuado del obispo durante los cuatro años que estuvo al frente del Obispado de Orán -una localidad de Salta situada a 1.600 kilómetros al noroeste de Buenos Aires- hasta 2017. La justica local inició una investigación de oficio.
En febrero de 2019 dos de las presuntas víctimas denunciaron a Zanchetta por abuso sexual ante la fiscalía penal de violencia familiar y de género de Orán. El obispo ha negado los cargos.
Los hechos que se deben juzgar fueron denunciados primero ante la Iglesia católica. En 2016 cinco sacerdotes elevaron una acusación formal contra su entonces superior ante la Nunciatura. En aquella denuncia se lo acusaba a Zanchetta de autoritarismo, desmanejos económicos con propiedades eclesiásticas y abusos sexuales que habrían sucedido en el seminario San Juan XXIII.
El papa Francisco ordenó la apertura de un juicio canónico y aseguró que nada se sabía de las denuncias por supuestos delitos económicos o abusos sexuales cuando Zanchetta fue designado en el Vaticano.
En caso de que el tribunal argentino lo declare culpable, el obispo Zanchetta podría recibir una pena de ocho a 20 años de prisión.