En pescaderías se esperan que las ventas aumenten en 70% durante la cuaresma y Semana Santa cuando tradicionalmente las personas consumen productos de mar en vez de carne.
Las ventas están “flojas”, actualmente están por el orden de 40% calculó Alejandro Montilla, encargado de un negocio en la avenida Venezuela, sin precisar número. Los pescados más solicitados son los pequeños, agregó.
No obstante, Alejandro Colmenárez, empleado de otro negocio, resaltó que el pescado más solicitado es la sardina. Semanalmente, se venden entre 400 y 500 kilogramos.
Desconoce a qué precio llegará este martes, la semana pasada se cotizó a 25 bolívares. Sin embargo, El Informador Venezuela constató que el valor de la sardina entera varía entre 125 bolívares y 40 bolívares por kilo mientras que en taco cuesta Bs. 45.
Los precios aumentan de acuerdo con la cotización del dólar aunado a la situación del combustible que aumenta los costos y no solamente la fluctuación per sé de la tasa cambiaria, dijeron comerciantes.
El kilogramo de atún cuesta 10 dólares el kilogramo, pero el comprador puede llevar 30 o 40 bolívares, aunque hay clientes que compran al mayor, 20 o 40 kgs, acotó Colmenárez.
Entre la lista de precios de los negocios se visualizan: curvina pequeña vale cinco dólares, el filet de curbina$11, bagre en rueda $ 8.5, filet de merluza $12, carite $6; lebranche 4 y 5 dólares; roncado $5, pargo blanco $4, muslito $3.5.
Estos costos representan una alza «explosiva» comparado con los de abril de 2022, cuando por ejemplo un kilogramo de sardina, según los Sundee costa 2. 20 bolívares y el atún Bs. 22, manifestó Jacinta Loreto.
Eso aunado a la depreciación del sueldo, simple y llanamente la ingesta de pescado, salvo de sardina, esta prohibida para una gran parte de los venezolanos, lamentó.
María Méndez dijo que le encanta comer pescado porque además de sabroso y tiene un alto valor nutricional, pero “si acaso puedo comerlos cada dos o tres meses porque soy profesora” y no me alcanza el dinero”.
Entretanto, Corina Peña le gusta más la curvina y las chupetas de pescado y come cada dos o tres meses que viene a Barquisimeto porque la mayor parte del tiempo lo pasa en Medellí, Colombia.