Se multiplican los casos de muertes en residencias para la tercera edad de toda España, donde la población es más vulnerable ante el coronavirus.
Al menos 15 muertos en una residencia de Tomelloso, seis en otra en Madrid, otros ocho fallecidos en un centro similar en Vitoria, siete en Albacete, seis más en Barcelona… Son casos conocidos en las últimas horas que se añaden a los datos sobre el peligro del coronavirus. Las cifras señalan a la tercera edad como el grupo de población con mayor riesgo, pero es la realidad la que impone una severa confirmación a estas estadísticas en estos días en los que el número de casos aumenta sin freno, y los decesos también, especialmente en las residencias de ancianos.
El de Tomelloso es el episodio más dramático de los que se han conocido este miércoles, una tragedia se ha cobrado la vida de, al menos, 15 internos, y que ha sido el último de una serie de sucesos similares que se están conociendo desde que comenzó a intensificarse el brote de coronavirus en España.
En el caso de la localidad de Ciudad Real, no obstante, las cifras oficiales solo contabilizarán los cuatro fallecimientos que dieron positivo en las pruebas diagnósticas. El resto de víctimas perdió la vida teniendo síntomas del COVID-19, según el director del centro, José Manuel Sampedro, pero sin que se les hubieran hecho los tests para confirmar la enfermedad.
De hecho, el asunto ha motivado un encendido enfrentamiento entre el gerente de la residencia y el gobierno regional, desde el que niegan «el abandono y la desatención» que denunció la dirección del centro y que les hace sentirse «desbordados», al tiempo que afirman que la mayoría de estas muertes se produjeron antes de que las autoridades entendieran la gravedad del brote. Este detalle será el que trastoque las cifras oficiales y eleve la pregunta: ¿cuánta gente puede haber pasado la enfermedad sin que se le diagnosticara?
Madrid sigue registrando casos
En Madrid, donde se acumulan casi la mitad de los casos de coronavirus de todo el país, esta situación se ha reproducido en la residencia Montserrat Caballé, gestionada por Mensajeros de la Paz en el distrito de Barajas. Allí han muerto seis personas en los últimos días, dos de las cuales confirmadas con el virus. Todos superaban los 80 años y tenían diversas patologías que complicaban su pronóstico.
Pero, como en el caso de Tomelloso, el fundador y presidente de la ONG, el padre Ángel, ha señalado que necesitan con urgencia «material y ayuda»: «Estamos francamente preocupados por los mayores de nuestras residencias porque son un colectivo al que este virus afecta de manera más violenta y queremos poner todos los medios de los que disponemos para evitar fallecimientos», indicó a través de un comunicado.
Además, el padre Ángel destaca el trabajo del personal, «un esfuerzo casi sobrehumano, doblando turnos para evitar contagios, y por eso quiero tranquilizar al resto de familiares porque todo lo que esté en nuestra mano no duden de que lo haremos».
El personal está haciendo un esfuerzo casi sobrehumano, doblando turnos para evitar contagios, y por eso quiero tranquilizar al resto de familiares
Padre Ángel, Fundador y Presidente de Mensajeros de la Paz
Por otra parte, en la localidad de Morata de Tajuña también se han registrado otras cinco muertes en los últimos diez días de residentes de Nuestra Señora de la Antigua. Además, hay seis hospitalizaciones y varios más que están aislados por presentar síntomas, según fuentes del geriátrico. Se trata de personas con edades comprendidas entre los 88 y 94 años y con patologías previas, como ha adelantado Telemadrid.
Estas muertes se suman al que, por el momento, es el episodio más luctuoso: el de la residencia de ancianos Monte Hermoso, donde se han registrado al menos 19 muertes por coronavirus y unos 70 casos confirmados.
Números similares en otras provincias
Junto a Madrid, y antes de la expansión del virus por España, Vitoria fue uno de los principales focos del brote. Y precisamente allí se han contabilizado otras ocho muertes en una residencia para la tercera edad, concretamente en la San Martín. Sus instalaciones acogían actualmente a 90 usuarios, de los que 45 están infectados con el COVID-19.
Pero el goteo de noticias similares a lo largo de las últimas jornadas también incluye siete fallecidos en la residencia Núñez de Balboa de Albacete, lo que supone cerca del 50% del número de muertos por la enfermedad en la provincia. También hay que señalar otros seis decesos en la Fundación Privada Consorts Guasch de Capellades de Barcelona.
Población especialmente vulnerable
Aunque el decreto del estado de alarma aplicado por el Gobierno ha establecido ferreas medidas para evitar la propagación del virus, las residencias de ancianos son lugares especialmente delicados por la avanzada edad de su población. La protección de los residentes es un objetivo prioritario que quedó claro cuando se prohibieron las visitas una semana antes de que España entera recibiera la orden de quedarse en casa.
Sin embargo, como señalaba el padre Ángel, los trabajadores de estos centros sí están más expuestos a contraer la enfermedad y, a su vez, a contagiar a las personas que cuidan. De ahí que la necesidad de material de aislamiento sea una prioridad para afrontar la batalla contra el coronavirus en estos ámbitos en los que los enfermos, en el mejor de los casos, deben superar en soledad la patología.Según los datos oficiales, en España hay más de seis millones de personas por encima de los 70 años.
Pensando en ellos, este mismo miércoles, Sanidad anunciaba que está trabajando en un protocolo para minimizar los riesgos de contagio en residencias de mayores, según explicó el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.
Fuente: El Español